Ellis Pérez, Etzel Báez, Alfonso Rodríguez y Félix Ml. Lora reaccionaron ante planteamientos de Andrés Dauhajre
Desde que empezó a aplicarse la Ley para el Fomento de la Actividad Cinematográfica en la República Dominicana, en el 2010, los debates sobre el tema son tan frecuentes como la cantidad de películas que se han estrenado hasta la fecha.
Sin embargo, pocos análisis como el que ofreció el economista Andrés Dauhajre hijo logran repercusión mayor sobre este aspecto del mundo del entretenimiento dominicano. En el caso de la cinematografía dominicana -según publicó ayer en elCaribe (La risa más cara del mundo) ameritaba un “subsidio estatal” (Fondo para el fomento de la Industria Cinematográfica -FFIC-, como se aplica en otros países), en vez de exenciones fiscales. Dauhajre propone que en el Presupuesto General del Estado se asigne una partida que sería manejada por un patronato conformado por representantes de la sociedad civil y cultural del país.
De acuerdo a Ellis Pérez, quien fue el primer titular de la Dirección General de Cine (DGCine), “Dauhajre es un economista al que debemos ponerle caso por la reputación que se ha ganado a través de los años” y que el segundo encuentro de discusión sobre el cine dominicano que se realizará en marzo del 2018 será una “magnífica y pertinente oportunidad” para que el economista presente su planteamiento formalmente y solicite una variación en la aplicación de la ley. “Ese encuentro servirá de plataforma, ya no para cambiar la ley por lo que propone, pero sí creo que ha hecho un aporte interesante que amerita ser evaluado y discutido”, manifestó Pérez. “Muchos países también hacen lo que nosotros. No creamos un sistema nuevo”, agregó.
En materia de presupuesto, Pérez explicó que cuando dirigía DGCine advirtió que las propuestas con presupuestos por encima de los 40 millones de pesos serían sometidas a un escrutinio ponderado y minucioso, porque entiende que el dinero del Estado hay que invertirlo con cuidado. Cree que probablemente ha llegado el momento de que la comedia, el género más popular y por ende el que más ingresos genera en la industria, sea el que menos ayuda necesite del Estado.
RD$50 MM para mejores guiones
Otro punto que plantea Andrés Dauhajre es que los recursos del presupuesto destinados para la industria de la cinematografía se distribuyan en subsidios de RD$ 50 millones a cada uno de los proyectos que tengan los mejores guiones para construir un patrimonio en esta rama del arte y disminuir la cantidad de comedias. En ese sentido, el cineasta Etzel Báez coincidió en la postura de la alta gama de filmes de humor que se realizan anualmente e, incluso, apeló a que este género no esté incluido en la Ley a menos que muestre mayor competitividad.
“Por ejemplo, aquí hay quienes hacen tres comedias al año, solo debería autorizársele una (a través de la Ley)… debe haber una fila; que cada quien haga su película, pero también debe mostrar competencia”, manifestó.
En cuanto a los presupuestos, dijo que en el país hay largometrajes que superan el millón de dólares, los cuales constituyen la mayoría, “y que tienen guiones pésimos”. El también crítico de cine consideró que la Ley de Fomento a la Actividad Cinematográfica hay que renovarla con honestidad y objetividad, “porque no se ha hecho lo principal, que es crear un público, si no que se ha construido una industria bajo el sistema del oligopolio”.
De su lado, el cineasta Alfonso Rodríguez no dudó en defender la Ley de Cine 108-10, resaltando que está “funcionando y movilizando la industria perfectamente”. Explicó que en la misma no hay quien evalúe guiones y que funciona llevando el proyecto a una empresa que es la que decide si apoyar o no.
Dice que un fondo estatal crearía más burocracia
El periodista y crítico de cine Félix Manuel Lora difiere con lo planteado por Dauhajre. Sostuvo que la implementación de la Ley de Cine ha dinamizado la industria favorablemente. “El espíritu de la Ley 108-10 es precisamente dar el primer empuje en el otorgamiento de las facilidades para producir cine en el país; si se crea un fondo estatal, que otros países lo tienen, va a crear mucho más burocracia”, explicó. Aseguró que la forma en la que está planteada actualmente en República Dominicana ha sido tan dinámica, que otros países entienden que es una ley a emular. “La ley, como está concebida ahora, y los reglamentos por los cuales se rige, es mucho más dinámica. Yo sería de la oposición de que se cambie porque como está ahora es mucho mejor que el planteamiento de un fondo”, agregó Lora.
