La obra de Leopoldo Maler es rompedora, indagadora, fresca, singular y conmovedora. El Museo de Arte Moderno se honra con exponer Heraora, una mirada a vuelo de pájaro de 60 años en el arte.

Era hora de Heraora. La Fundación Maler, de la cual forma parte muy honrosamente quien suscribe, ha organizado este evento expositivo en el Museo de Arte Moderno, donde ya se expone, desde el pasado 11 de mayo parte de la obra del artista domínico-argentino.

La curaduría ha estado a cargo de Ana Agelán Fernández y Amable López Meléndez y la museografía de Josefina Pichardo Casasnovas.

Medio centenar de obras pueden ser

admiradas en el segundo piso del museo. Para realizar las obras expuestas, Maler ha utilizado una gran diversidad de medios, materiales, instrumentos, soportes tecnológicos y elementos recursivos como video, madera, fibra de vidrio, acero inoxidable, neón y otros.

Si una característica define a Leopoldo, un artista-obrero de la creación, es la experimentación a lo largo de su larga trayectoria.

Otra característica que agregaría es la ironía, ese destello de inteligencia que se encuentra en cada una de sus obras con las cuales te tira de cabezas, te obliga a reflexionar sobre este o aquel asunto de la vida cotidiana o de la filosofía de la vida.

Hay que admirarse de tener en esta tierra, pisando y trabajando a un pionero que ya está situaco en la Historia del Arte por ser el primero en crear lo que sería conocido como instalaciones y ser uno de los pioneros de las performances.

Con 60 años de arte, Maler forma parte del mainstream del arte contemporáneo a nivel internacional
Heraora revela su inagotable creatividad, porque el arte es su vida y su vida es pura y perpetua imaginación creadora.

Leopoldo Maler es un ejemplo también de generosidad para con sus vecinos de la comunidad donde reside desde hace años, en la desembocadura del rio Chavón.

Así mismo preside la Fundación Maler que se propone apoyar las nuevas generaciones en cuanto a la educación artística, entre otros intereses culturales y sociales.

Algunos logros de la obra visual de Maler

En 1974, Leopoldo Maler realiza la icónica obra Homage. En 1977 representó a Argentina en la XIV Bienal de Sao Paulo, donde gana el primer premio con Last Supper. Ese mismo año gana la Beca Guggenheim para las Artes y se traslada a Nueva York, donde vive hasta 1983, cuando es nombrado primer Rector de la Escuela de Diseño de Altos de Chavón. Actualmente vive y trabaja en su estudio principal en Boca de Chavón, La Romana, República Dominicana.

Datos del artista

Leopoldo Maler (Argentina, 1937) se graduó de abogado en 1960. En 1961 se fue a Londres a trabajar de locutor en la BBC. Estudia producción para teatro y técnicas de dirección y en 1964, gana el Festival de Cine de Londres con el corto Men in Silence. Colabora con la compañía del Teatro de Danzas Contemporáneas de Londres. Vuelve a Argentina y forma parte del Instituto Torcuato Di Tella y del Grupo de Los Trece del Centro de Artes y Comunicaciones (CAyC). Es padre del director David Maler, quien dirige un documental sobre el artista.

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