La Navidad está cada vez más cerca y son múltiples las tradiciones que los peruanos, y los creyentes de todo el mundo, que siguen fielmente todas y cada una de las tradiciones que se suelen seguir con motivos de esta fiesta basada en el cristianismo.

Justamente una de esas es la de cantar villancicos con la familia en las horas previas a la Nochebuena o ponerlas en los equipos de sonido para darle un ambiente de fiesta y unión a la reunión.

Y tal vez el villancico más entonado en la historia de la humanidad sea el famoso “Noche de paz”, que todos aprendimos desde muy pequeños. Pero lo que muchos no saben es que esta canción tiene más de doscientos años de haber sido escrita en una tierra muy lejana a la de Perú. Esta es la historia de la canción de Navidad más conocida del mundo.

El calor de la fría Austria

A medida que la Navidad se acerca, "Noche de Paz" surge como una melodía que trasciende el tiempo, vinculando corazones a lo largo de más de dos siglos.(marcosecastillo)A medida que la Navidad se acerca, «Noche de Paz» surge como una melodía que trasciende el tiempo, vinculando corazones a lo largo de más de dos siglos.(marcosecastillo)

Cuenta la historia que en 1816 el sacerdote Joseph Mohr y el maestro Franz Xaver Gruber dieron vida a “Stille Nacht, heilige Nacht”, que es como se dice ‘Noche de paz’ en alemán. Tuvieron que pasar un par de años para que, exactamente el 24 de diciembre de 1818, suene por primera vez en la iglesia de San Nicolás en Oberndorf, en Austria, y marcando el inicio de su legado.

El relato más popular sobre el origen de la melodía señala que Mohr llevó la letra a Gruber para añadirle una composición musical y un acompañamiento en guitarra para el servicio eclesiástico.

La canción, originalmente interpretada solo con guitarra por Mohr, encontró su camino más allá de Oberndorf en 1833 gracias a un organista llamado Maurach que la llevó hasta Alemania y la tocó en Leipzig, atrayendo a curiosos que encontraron encantadora a esta melodía.

Manuscritos reveladores

«Noche de Paz», escrita en la Austria de 1816, trasciende su origen para convertirse en un lazo melódico que ha perdurado a lo largo de dos siglos. (marcosecastillo)

Por mucho tiempo, se tenían dudas sobre quienes habían sido los autores de ‘Noche de paz’, pero un texto encontrado en 1995 reveló que Mohr escribió la letra en 1816 durante su peregrinaje a la parroquia de Santa María. Gruber, confirmado como el compositor, plasmó la melodía en 1818. Esta reliquia, alojada en el Museo Carolino Augusteum, despeja dudas sobre la autoría.

El hallazgo de este manuscrito proporcionó una ventana a los primeros días de “Noche de paz” y es el único que contiene la letra de Mohr. En la composición se pueden oír una fuerte influencia de la música popular austriaca de aquella época

Éxito mundial

“Noche de paz” ha trascendido las fronteras lingüísticas, y ha sido traducido a más de trescientos idiomas. Su popularidad no se desvaneció, incluso durante la Primera Guerra Mundial, cuando soldados de ambos frentes la entonaron en la famosa tregua navideña de 1914.

Su eco resuena en incontables versiones, desde Enya hasta Bing Crosby, pasando por Stevie Nicks, ha sido un puente de hermandad en tiempos difíciles. “Noche de paz” no solo es una melodía; es un lenguaje universal que conecta corazones en todas partes.

Para los niños

En 1943, Hertha Pauli inmortalizó la historia en su libro “Noche de paz” explicando a niños estadounidenses el origen de este himno navideño.

Pauli, una exiliada austriaca, escribió el libro que fue ilustrado por las imágenes de Fritz Kredel, y desvela a los niños estadounidenses el fascinante origen del villancico. La autora sumerge a los lectores en la historia de cómo esta canción se convirtió en un símbolo de esperanza y paz. El libro fue publicado por Alfred A. Knopf, y las ilustraciones de Kredel agregan una dimensión visual encantadora a la narrativa.

Años después, más precisamente en 1988, un documental llamado “Silent Mouse” (Un ratón silencioso) narró la historia desde la perspectiva de un ratón, mostrando la universalidad de su encanto.

La narración, a cargo de Lynn Redgrave, y la participación del comediante Gregor Fisher en el papel principal, ofrecieron una perspectiva única de la historia.

Latinoamérica tuvo que esperar hasta 1933 para que apareciera una versión en español interpretada por Marco T., que se hizo conocida por ser muy parecida a la que grabó Elvis Presley en 1957. Desde entonces han sido decenas de artistas de esta parte del mundo los que la han grabado con motivo de las fiestas de Navidad.

Legado y reconocimiento

En las cercanías de la Stille-Nacht-Gedächtniskapelle (Salzburgo, Austria), se erige un museo que rinde homenaje a la historia de la canción. La Unesco, en 2011, honró su impacto cultural al declararlo patrimonio inmaterial de la humanidad.

Más allá de las notas, “Noche de paz” es un lazo que conecta generaciones, un recordatorio de la armonía en medio del caos y una melodía que perdura a través del tiempo.

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