En un interesante análisis escrito por el doctor Amaro Pérez Mera, y que publicamos en 2015 en nuestra Historia de la Medicina Dominicana del siglo XX, podemos apreciar como la capacidad de decisión en salud depende de los estamentos políticos y su escasa vigencia en el tiempo. Es necesario reflexionar sobre estos datos de la década de 1990 para comparar la situación al día de hoy y planificar a futuro.

“La estructura y los patrones de operación del sector salud dominicano fueron estudiados durante el Diagnóstico Sectorial de Salud de 1974, por Pérez Uribe, Ramos, Barreiro y Mancebo. Este proyecto estuvo orientado a identificar y caracterizar las instituciones integrantes del sector definiendo sus funciones, estudiando las políticas sectoriales explicitas e implícitas, e identificando las restricciones sociopolíticas capaces de afectar los intentos de introducción de cambios de cierta magnitud dentro del sistema. Este estudio fue denominado “La Dinámica de Cambio en Salud” y estudió el sector desde el punto de vista de la teoría de las organizaciones complejas. Se estudiaron los procesos de toma de decisión, los patrones de implementación de los programas, los grupos de decisores e implementadores, las instituciones públicas y privadas vinculadas al sector, los grupos de interés y de presión vinculados al sector, la población consumidora de los servicios dados por el sector y los conflictos intersectoriales. El estudio comenzó con el análisis de contenido de los documentos disponibles y las noticias aparecidas en la prensa nacional, lo que permitió configurar el sector e identificar áreas de interés. El segundo paso consistió en realizar entrevistas estructuradas a decisores e implementadores de las diversas instituciones identificadas y encuestas a una muestra nacional de los consumidores. Las informaciones obtenidas en las entrevistas y el análisis documental fueron confirmadas mediante la observación participante.

El estudio mostró que el poder de decisión en asuntos tan importantes como la asignación efectiva de fondos y la selección final o la remoción del personal, estaban concentradas en las manos del presidente de la República. Y que estas decisiones son acatadas sumisamente por todos los funcionarios por temor al despido. Dentro del sector, es el secretario de Salud, quien tiene mayor probabilidad de conseguir la designación de algún personal específico.

El poder en manos de los decisores dentro del Estado dominicano es enorme cuando éstos alcanzan a permanecer un largo tiempo en las posiciones de poder y llegan a dominar los mecanismos de control. Esto último equivale, en la República Dominicana, a la introducción de personas confiables dentro de las posiciones claves de la organización, durante el tiempo suficiente para que ellas conozcan y manejen las interioridades del sistema. La experiencia dominicana es que el liderazgo político dura generalmente un tiempo corto en esas posiciones, por lo que pocos alcanzan a adquirir la capacidad efectiva de controlar los mecanismos internos. Esto les hace depender mucho de la organización permanente en el manejo de los problemas que ellos deben enfrentar.

Entre 1930 y 1974 treinta y siete personas ocuparon el puesto de secretario de Estado de Salud Pública en la República Dominicana. La permanencia promedio en el cargo fue de 436 días. Diez de estos secretarios estuvieron en sus posiciones menos de doce meses y sólo uno permaneció cinco años en ella. Entre 1930 y 1961, el país fue gobernado por una sola persona, quien llegó a ejercer el poder absoluto más intenso en la historia del país. Era la política de este gobernante no permitir que sus colaboradores más íntimos estuvieran mucho tiempo en las mismas posiciones de poder. Sin embargo, el patrón de duración en la posición de secretario durante ese período no fue diferente del observado durante los gobiernos que le sucedieron.” Continuará.

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