El inicio de la década del 1980 trajo consigo informaciones sobre supuestos títulos falsos otorgados por universidades dominicanas en Medicina. De hecho en un artículo del periodista José Pimentel Muñoz, este se refiere a un artículo del periodista Carlos Alberto Montaner, publicado en España en donde se coloca a la Republica Dominicana en el puesto 76 en cuanto a calidad de las universidades en América. Refería el periodista Pimentel Muñoz que el 80% de los médicos dominicanos que tomaban el examen del Foreign lo reprobaban. En un reportaje de la revista ¡Ahora! El doctor Juan Tomas Mejía Feliu, rector de la UNPHU dió importantes declaraciones. En esas declaraciones se refería a la creación de una serie de instituciones educativas con el único propósito de formar estudiantes extranjeros, en lo que parecía un negocio muy rentable, despertaba muchas sospechas.

El Rector de la UNPHU era de la opinión de que mientras no se organizara la situación de anarquía que a su entender existía en el país, podrían ocurrir casos graves. En esos años aparecían anuncios en la prensa nacional y en algunas publicaciones extranjeras ofertando la carrera de medicina en 2 o 3 años, creando una especie de zona franca educativa en el país. El doctor Mejía Feliu exhortó al gobierno y a las autoridades competentes para crear los mecanismos de control necesarios para supervisar los centros de educación superior. Esos títulos no eran falsos en su mayoría, sino que no cumplían con el rigor necesario, eran títulos “graciosos”. Fue un gran negocio que nos afectó mucho en nuestra imagen en el exterior, pero por otro lado, con el tiempo el Consejo Nacional de Educación Superior, CONES, durante el gobierno del doctor Salvador Jorge Blanco, dirigido por el doctor Luis Emilio Montalvo, enfrentó con rigor esa situación y hoy en día la supervisión de las universidades está bajo el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y tecnología. Con relación a la carrera de Medicina, en varias declaraciones a la prensa el entonces Secretario de Salud Pública, doctor José Rodríguez Soldevilla advertía que en 3 a 5 años no habría plazas para pasantes y habría saturación de médicos, por lo que solicitaba a las universidades que frenaran las promociones de medicina. Pese a ello en la década del 1980 se incrementó el número de universidades y por ende el número de graduados en más de 500% con relación a la década del 1970.

Los primeros años de la década del 1980 también nos trajeron buenas noticias como la reapertura de residencias en el Hospital Salvador B. Gautier. El Director del instituto Dominicano de Seguros Sociales, doctor Frank Desueza en esa misma ocasión designó director del hospital Salvador B. Gautier al doctor Eduardo Rodríguez Lara, reconocido cirujano de larga trayectoria. En ese mismo acto se inauguró una zona de dormitorios para residentes y se anunció la construcción de una unidad de cuidados intensivos coronarios y de una nueva área de cirugía plástica.

Un grupo de médicos crearon en 1980 la empresa que montó el primer tomógrafo axial computarizado en nuestro país. El doctor José Joaquín Puello fue el primer presidente de esa empresa junto a los doctores Juan Cedano, Ángel Carrasco, Abel González C., Jordi Brossa y José Miguel Paliza. El doctor Paliza ha sido el primer radiólogo dominicano especializado en neurodiagnóstico. Las indiscutibles ventajas de este moderno método, se ofrecían a las diferentes especialidades médicas. La visión de ese grupo de médicos ha mantenido a esa empresa en continua innovación y ofreciendo grandes aportes a la medicina dominicana.

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