De acuerdo a la memoria de 1948 resaltando las principales actividades y eventualidades en el área de la salud publica, llama la atención la importancia de la tuberculosis y de la malaria como enfermedades de gran presencia en el país. Refería esa memoria que la mayor inversión en campañas de prevención fue precisamente la de la tuberculosis. En ese año se iniciaron las obras de ampliación del sanatorio Antituberculoso Dr. Martos, para llevarlo a una capacidad de 600 camas, lo que demuestra la gran cantidad de casos presentes. En 1947 se inauguraron centros antituberculosos en Baní y San Francisco de Macorís y estaba en construcción el sanatorio antituberculoso para niños.
Como dato de particular interés el acuerdo firmado en 1944 con la Fundación Rockefeller había llegado a su termino, y se decidió prolongarlo debido a lo exitoso de la iniciativa. Esa fundación equipó los laboratorios clínicos de varios hospitales del país como el Hospital La Humanitaria en la ciudad de La Vega. Los esfuerzos de esa fundación se centraban en el diagnóstico temprano y eficaz de parasitosis de diversas clases.

En el 1947 funcionaban en el país 16 hospitales, de los cuales 12 contaban con áreas de maternidad, 6 hospitales especiales, 4 casas de maternidad y 10 salas de emergencia. Había 2 laboratorios oficiales y 123 dispensarios médicos en la geografía nacional. En esos dispensarios se ofrecían atenciones primarias y se llevaban a cabo las diferentes campañas sanitarias, con actividades como la vacunación. Contaba nuestro servicio de salud con 2,500 camas y se admitieron a lo largo del año 55,000 pacientes. Los centros de salud ofrecieron 250,000 consultas, 110,000 curas y 130,000 inyecciones. Se realizaron 18,000 estudios de rayos X y se llevaron a cabo unas 20,000 cirugías. Igualmente se atendieron cerca de 29,000 emergencias. Nacieron viables 8,939 niños.

En Hospital Juan Pablo Pina, el llamado Gran Hospital del Sur, en la ciudad de San Cristóbal aumentó su capacidad a 370 camas. Según esta memoria se terminaron o estaban cerca de terminación los hospitales de Elías Piña, de Azua, de Barahona y en Valverde, Mao. En esos años la demanda de servicios de salud aumentaba al tiempo que crecía la población por lo que se anunció la construcción de hospitales en El Seibo, Ramón Santana y Jarabacoa.

En ese año se anunció la construcción de un Banco de Sangre. Esta recomendación había surgido en el congreso médico dominicano celebrado en 1947. No había consciencia de la donación de sangre, por lo que ese centro estaría en la entonces Ciudad Trujiilo, pero sus servicios se irían extendiendo a todo el país.

Otro aspecto de esa memoria de sanidad es lo que concierne a la previsión social, particularmente al Instituto de Seguros Sociales. En diciembre de 1947 la Ley de Seguros Sociales fue ampliada para favorecer a trabajadores móviles u ocasionales, como era el caso de los trabajadores de la caña, del café o del cacao, asi como trabajadores de la agricultura, de la construcción y los que trabajaban con tabaco. Esa ley fue importante y fue un gran avance para los trabajadores del país. Las recomendaciones de funcionarios médicos y no médicos como los refugiados españoles y de otras nacionalidades ofrecieron al país una importante oportunidad que el régimen utilizó como propaganda, pero que ayudaron a muchos dominicanos. La previsión social abarcaba aspectos tan diversos como el control de alquileres, funerarias o los asilos para menores o huérfanos. Los servicios médicos ofrecidos por la red de centros del Instituto de Seguros Sociales ofreció más de 400,000 consultas o prestaciones médicas. ( continuará…).

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