Ambas afecciones pueden presentar síntomas similares, pero difieren considerablemente entre sí

Con frecuencia escuchamos personas que dicen ser alérgicas a un sinnúmero de alimentos, cuando en realidad no son alérgicas, sino intolerantes.

La confusión viene dada porque algunos síntomas alérgicos son iguales a los de la intolerancia.

Mientras que pequeñas cantidades del alimento no desencadenan intolerancia, aun sean desencadenantes, en el caso de las alergias una reducida porción del alimento puede desatar una crisis alérgica.

Las alergias pueden ocasionar reacciones desde leves, moderadas, graves hasta llegar a ser mortales. La intolerancia no.

La intolerancia a la leche se encuentra entre las más frecuentes y obedece a la ausencia de una enzima necesaria para digerirla. La cantidad de leche sin lactosa que se encuentra en el mercado viene a resolvernos un problema común en niños y adultos.

Otra intolerancia común y más seria, por afectar el sistema inmunitario, es la denominada Celiaquía, una intolerancia al gluten, proteína presente en el trigo y otros cereales. Alimentos sin gluten se expenden en el mercado local en una enorme variedad, aunque a un costo mayormente elevado que los normales.

El manejo que debe dársele a una alergia es diferente al que se daría frente a una intolerancia alimentaria.

La alergia no es hereditaria, la intolerancia, en algunos casos, sí tiene un componente hereditario, aunque no está claramente definido.

Pruebas o análisis de laboratorio determinarían si se está frente a un cuadro alérgico o de intolerancia.

Tanto el hombre como la mujer pueden, en algún momento de sus vidas, presentar alergias o intolerancia.

Partiendo de lo individual, cada organismo tiene un sistema inmune diferente, y diferente será también su respuesta ante un cuadro de alergia o de intolerancia. De ahí la importancia de consultar siempre al especialista, evitando la automedicación.
Dentro de este concepto, individual, tenemos que hay quienes responden bien a la ingesta de fibra, favoreciendo el tránsito intestinal; en cambio a otros la fibra le inflama, le irrita el colon, y les surte un efecto contrario. Esto entra en el esquema de intolerancia alimentaria.

Hemos querido edificar a la población en este sentido y para ello entrevistamos a la doctora Soledad Mateo, médico salubrista ocupacional, naturista y toxicóloga, con quien ahondamos sobre el tema.

¿Qué es una alergia?
Cuando la persona es alérgica a una sustancia, su sistema inmunológico cree erróneamente que es peligroso y produce anticuerpos de inmunoglobulina E (IgE) en un intento de neutralizarlo.

¿Qué es una intolerancia?
En vez de eso, los síntomas de intolerancia a los alimentos pueden ocurrir cuando se tiene dificultad para descomponer o digerir ciertos alimentos o ingredientes. Cualquier intolerancia también puede ser causada por una reacción del cuerpo a un determinado aditivo en el alimento.

¿Que puede provocar una y otra?
Mientras que los alimentos que más causan alergias son los cacahuates, frutos secos, pescado, mariscos, soja, trigo, leche y huevos, las intolerancias a los alimentos se deben comúnmente a la lactosa, gluten, conservadores y aditivos, y la tiramina (común en los embutidos, quesos curados y añejados, y pescado ahumado).

¿En qué se diferencian?
Una alergia verdadera a los alimentos implica una respuesta inmune; una intolerancia a los alimentos produce síntomas que no involucran al sistema inmunológico.

Síntomas de ambas
Dolores abdominales, estreñimiento, diarrea, hinchazón, síndrome del colon irritable, cefalea, sobrepeso, es la patología que más induce a pensar en una intolerancia alimentaria. Moqueo o congestión nasal, estornudos, asma (dificultad para respirar), tos, trastornos respiratorios, sibilancia, urticaria, erupciones o enrojecimiento, picazón, eczema, dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos, cólicos, hinchazón, inflamación de labios, boca, lengua, cara y/o la garganta (angioedema) o shock anafiláctico (shock generalizado grave) te inducen a pensar en alergia alimentaria.

¿Qué hacer en cada caso?
Para las alergias que produzcan shock anafiláctico, administrar inmediatamente adrenalina, que abre las vías respiratorias. La única forma de prevenir las reacciones alérgicas en las personas sensibles es eliminar dicho alimento o componente de su dieta o de su entorno. En caso de intolerancia alimentaria, puede ser suficiente limitar el tamaño de las raciones que se consumen del alimento, para evitar los síntomas.

¿Son hereditarias?
En el caso de las alergias, no se heredan en sí mismas, ya que no es heredable como tal la condición de ser alérgico, aunque sí se transmite a la descendencia la predisposición a desarrollarlas, ya que las características del sistema inmunológico son heredadas del padre y la madre. En el caso de intolerancias como la Celiaquía, tiene componentes hereditarios, pero que no están claramente definidos.

¿Existen algunas pruebas o análisis para saber si se padece de una o de la otra?
Su detección en el laboratorio se realiza determinando los niveles específicos en el suero de IgE de los alimentos que se sospecha puedan producir la alergia. El test de tolerancia alimentaria se basa en una sencilla extracción de sangre, que permite analizar la reacción de los anticuerpos del paciente ante más de 200 alimentos, e identificar aquellos que causan rechazo.

¿Cuáles son las más frecuentes entre una y la otra?
Las más frecuentes en alergia son: a la leche de vaca, los huevos, la soja, el trigo, los crustáceos, las frutas, los cacahuetes y las nueces. Las dos más comunes en intolerancia son la lactosa y el gluten.

Los 10 alimentos que provocan más alergia

1. Leche. El 2.5% de los niños de hasta 3 años son alérgicos a la leche, aunque se revierte con la edad. Se puede sustituir con leche de soja, de maní, de arroz, de avena o de almendras.

2. Estos comprenden nueces, avellanas, castañas, almendras, nueces de Brasil y pistachos. Producen una de las alergias más severas y hay que estar muy atentos a las etiquetas de los productos, ya que suelen estar “escondidos” en pastas, aderezos, salsas, miel, y hamburguesas.

3. Maní.La alergia al maní es cada vez más frecuente en los niños, y según estadísticas se ha duplicado en los últimos años. Puede causar reacciones severas y hay que tomar muchos recaudos, ya que se utiliza en cantidad de preparaciones.

4. Trigo. La alergia al trigo es muy frecuente en los niños, pero se atenúa con los años. El peligro es que el trigo está presente en múltiples alimentos, por eso hay que estar atentos a las etiquetas de las papas fritas, hamburguesas y algunas marcas de salchichas que utilizan aglutinantes.

5. Huevo. Hay más concentración de alérgenos en la clara, aunque también se han encontrado anticuerpos IgE en la yema. En pruebas de laboratorio se ha descubierto que cuando el huevo está cocido tiene menos probabilidad de producir alergias.

6. Soja. Gran parte de los alimentos procesados en los EU contienen soja, aunque no directamente en forma de porotos. Y es que se suele utilizar su harina en la preparación de atún enlatado, cereales, galletas, salsas, sopas y fórmulas para niños.

7. Pescado. Los pescados más alérgenos son el atún, el halibut o pez mantequilla y el salmón, pero en general la persona con alergia a un tipo de pescado, casi siempre tiene alergia a todos los pescados.

8. Crustáceos. Millones de personas tienen alergia a los crustáceos, que son los langostinos, camarones, cangrejos y langostas. Los moluscos no entran dentro de esta categoría, o sea que los los calamares, el pulpo, los caracoles y las algas no representan peligro.

9. Frutas y verduras. Después de comer alguna fruta o verdura fresca puede llegar a aparecer una alergia que afecta la boca y la lengua. A muchas personas les provoca diarrea y malestar estomacal. Esto ocurre porque estos alimentos pueden contener sustancias similares a algún tipo de polen que produce alergia, y la persona reacciona a ambos. Como estas sustancias son sensibles al calor, se soluciona cocinándolas.

10. Gelatinas, carnes y otros. El almidón del maíz ocasionalmente puede provocar alergia, tanto crudo como cocido. La gelatina, proteína que se forma al hervir el tejido conectivo de la piel, puede también ser un alérgeno. Hay quienes tiene alergia a la carne, aunque al calentarla se reduce su efecto.

Saber
Tan frecuente es la alergia a las almendras que en muchos restaurantes hacen la advertencia de su presencia en algunos de sus platos.

Soledad Mateo, médico toxicológica y naturista.

Posted in Estilo

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas