A Aridia Payano sólo le falta el título de enfermera, porque es quien medica y canaliza a su hijo con hemofilia

Ariadia Payano es otra madre que se ha dedicado a proteger a su hijo, Romer Made, diagnosticado desde los dos meses con hemofilia, y la mejor manera que encontró de hacerlo fue aprendiendo todo sobre su condición, la cual, en la actualidad, todavía mucha gente desconoce.

Este trastorno hemorrágico hereditario en el cual la sangre no se coagula de manera adecuada, no les ha quitado a la familia de Aridia, las esperanzas y el deseo de seguir hacia adelante, más bien, se las ha multiplicado por el solo hecho de permanecer juntos, que es su gran bendición.

Para Romer, su madre ha sido un excelente apoyo y sostén en todo paso a dar en su vida. “Me ha demostrado ser una mujer fuerte y con la mente serena a la hora de sobrellevar un hijo con ciertos cuidados distintos a los demás. Le agradezco inmensamente, tanto quedarse conmigo como por educarme hasta ser lo que soy hoy en día, y en lo que seré en el mañana”.

Aridia Payano, una madre que ha luchado por su hijo
Cuando Romer Made, de 18 años, tenía dos meses sufrió una pequeña herida de la que no paraba de sangrar, realidad que llevó a su madre, Aridia Payano, a acudir a emergencias inmediatamente. Sin embargo, aunque le paraba el sangrado, este volvía. En esa situación, duraron más de un mes, hasta que llegaron al Robert Read Cabral donde le informaron: “su hijo tiene hemofilia”.

Aridia, también madre de Huáscar de 22 años y Ania de 9, confesó que al escuchar el diagnóstico no lo tomó ni bien ni mal, porque no sabía de qué le estaban hablando. Lo primero que le preguntó a la doctora que le asistió fue: ¿qué es eso?

“Ellos me sentaron y me explicaron. Fue una situación muy deprimente. Tuve que dejar mi trabajo para atenderlo. Mi esposo y yo acordamos eso, porque no era confiable dejárselo a cualquier persona, porque nadie se iba a sacrificar tanto como su madre o su padre”, explicó Aridia.

“Mientras él dormía, mi esposo y yo nos turnábamos para vigilarlo. De tanto cargarlo y estar pendiente a él, llegó un punto que tuve que ir al cardiólogo, porque sentía que estaba sufriendo del corazón por la preocupación. Me dolía mucho el pecho.
Cuando fui al especialista me dijo que tenía unos tendones inflamados de tanto cargarlo”, expresó Aridia sobre los difíciles momentos que ha pasado.

Los viajes de Aridia hacia el Robert Reid Cabral eran frustrantes y muchas veces la economía no le alcanzaba para el sostén. “Yo sin trabajo, porque lo dejé para cuidarlo. Romer hacía un proceso de sangrado cada vez que le salía un diente nuevo y teníamos que ir dos y tres veces a la semana a medicarlo”, recordó la joven madre.

Lo más difícil que ha pasado esta madre con su hijo, ha sido reciente. “Él comenzó a padecer un dolor de cabeza y lo llevamos varias veces al médico, y se determinó que estaba teniendo un sangrado en la cabeza, es decir un ACV, lo que fue muy difícil para nosotros”, dijo Aridia, quien también resaltó que a su hijo le gusta realizar ejercicios, sin embargo, ha tenido que pararlos debido al evento de salud que sufrió reciente.

El día a día de su hijo, sostuvo, es evitar darse golpes; cuidarse y no estar donde tenga riesgo y se pueda cortar, especialmente en su cabeza. “He trabajado mucho la autoestima de Romer, por lo que llegó a superar cualquier bullying que pudiera sufrir en el colegio. Siempre traté de mantenerlo en un sólo colegio, donde supieran su condición y lo cuidaran”, manifestó.

¿Cómo la ha cambiado?

“El que mi hijo haya sido diagnosticado con esta condición me ha hecho mucho mejor persona y saber lo privilegiados que somos por tenerlo todavía con nosotros. Cada experiencia que vivo con él me hace mejor persona, he conocido cosas que no pensaba conocer, por ejemplo, esa condición”, compartió con la voz entrecortada.

Además añadió que: “Soy casi ‘enfermera’, nada más me falta el título. Me preocupo mucho por saber todo y de cómo cuidar su salud. Lo canalizo y lo medico. En mi casa todos sabemos hacerlo y eso para mí es un privilegio y me siento muy agradecida”, destacó.

Su hijo se va a graduar en unos meses de bachiller, y su aspiración primaria es trabajar. “Tiene un afán por eso, y eso es algo que a mí me preocupa, que no se lo he externado, porque es un gran reto que tiene por delante. Mi hijo es amoroso, es un niño extremadamente cariñoso, atento, amable, educado”, dijo.

Sobre qué le gustaría sobre el futuro de su hijo, dice que no existe nada en este mundo que quiera más que a su hijo nunca la falte medicamentos para su condición. “Que siempre exista la posibilidad de sus medicamentos. Todos los pacientes con hemofilia pueden llevar una vida normal. Si ellos tienen su medicamento a la mano, llevan una vida normal. Sé que mi hermoso (su hijo), con su salud estable va a lograr todo lo que se desee en esta vida”, señaló.

Aridia Payano
Soy casi ‘enfermera’, nada más me falta el título. Me preocupo mucho por saber todo y de cómo cuidar la salud de mi hijo”.

Romer Made
Le agradezco inmensamente, tanto quedarse conmigo como por educarme hasta ser lo que soy hoy en día”.

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