Dependiendo de como te proyectes entre los que te rodean, generarás un juicio de valor positivo o negativo
Alguien me dijo una vez “que no hay segundas oportunidades para una primera buena impresión”. Es decir, que así como te presentes ante los demás la primera vez, ya sea por tu vestimenta, actitud o pensamientos, es la referencia que tendrán de ti para bien o para mal. La sociedad asume que “eres lo que proyectas”, lo que aseguran influye en el éxito profesional. Desde ahí, radica la importancia de cuidar tu vestimenta y el cómo te comportas, porque cuando descuidas alguno de estos elementos, tu mensaje podría tener un impacto negativo en tu receptor. Debido a que vivimos en un mundo de percepciones, las cuales se asumen y se consumen como realidades, debemos prestar especial atención a nuestra imagen, ya que de ello depende el éxito o el fracaso personal y/o profesional, indica la especialista en imagen, Rebeca Olivet.
La imagen es un proceso de percepción a partir del cual se genera y se establece un juicio de valor en quien o quienes la perciben, capaz de producir la aceptación o el rechazo, señala.
“La imagen es más que llevar un buen vestido, maquillaje o peinado, es saber que las personas somos entes sociales y estamos expuestos a las críticas de las demás personas; y que, muchas veces las impresiones que causemos determinan la suerte final de un proyecto, porque todo depende, indudablemente, de los mensajes emitidos y percibidos”, dijo Olivet.
Axiomas de la imagen
Olivet expone algunos ejes fundamentales que hay que tener en cuenta, los cuales ella califica como axiomas de la imagen. Entre éstos, cita que “la imagen es una verdad que no necesita demostración”, ya que todo pasa por la vista.
“Luego de que tú envías sensaciones a los sentidos y los demás te captan, es inevitable que se produzca un mensaje sobre ti: eres bueno o eres malo, me gusta o no me gusta”, expuso la experta en imagen.
Sobre el axioma número dos, expresó que “todo lo que los demás vean de ti va a ser primordial para tomar una decisión, de esa manera, como seas percibido por la vista de los demás va depender el éxito de lo que emprendas”, reseña Olivet.
Y finalmente, se refiere al axioma tres como el proceso de percibir y decidir, el cual toma solo unos cuantos segundos. Puntualiza que así somos los seres humanos de ‘crueles’, ya que entre cinco y seis segundos tomamos una decisión acerca de si gustó o no gustó algo o alguien.
