Aunque en los 10 polos turísticos del país se observa interés y políticas de conservación, hay fallas en la gobernanza

El sector turístico junto a la agricultura es altamente vulnerable frente al cambio climático, y República Dominicana lo sabe muy bien. Para hacer frente a esta gran preocupación, desde hace unos años se viene hablando del desarrollo sostenible, compromiso que ha sido asumido tanto por los sectores turísticos como por los turistas.

Los viajeros prefieren destinos más sostenibles, según informe

Según un informe realizado por la firma Deloitte junto al Consejo Mundial de Viajes y Turismo WTTC y Trip.com hay un fuerte compromiso entre los viajeros para reducir su huella de carbono. Más de la mitad (59 %) había optado por alguna forma de viaje sostenible en los últimos años, el 69 % de los viajeros busca activamente, siempre u ocasionalmente, opciones de viaje sostenibles, y tres cuartas partes (75 %) declararon su deseo de elegir opciones de viaje sostenibles.

Más de la mitad (59 %) ya estaban pagando para compensar sus emisiones de carbono o estaban dispuestos a considerar dichos productos si el precio era correcto. La tendencia parece estar creciendo también entre los viajeros de negocios. American Express Global Business Travel, un actor importante en el segmento de viajes de negocios, ha utilizado créditos de carbono para ayudar a compensar los vuelos realizados por sus empleados desde 2019. Otros están siguiendo cada vez más su ejemplo. En una encuesta de Trip.Biz, el 53 % de los viajeros de negocios dijo que habían hecho un esfuerzo consciente para adoptar prácticas más sostenibles durante sus viajes. Sus esfuerzos abarcan desde reducir el uso de agua en hoteles hasta traer sus propios artículos reutilizables, como cepillos de dientes.

Destinos turísticos de RD entre avances y brechas

Sin embargo, a pesar los avances y del interés de todos los involucrados, el estudio “La sostenibilidad turística desde una perspectiva territorial” publicado por la Cepal arrojó que hay brechas de sostenibilidad que siguen latentes en destinos turísticos de RD.

Aquí se evaluaron los 10 polos turísticos del país, en los cuales se implementaron indicadores cualitativos y cuantitativos para medir y analizar la sostenibilidad.

• Costa Caribe: Santo Domingo-Bayahíbe
• Costa Ámbar: Puerto Plata
• Costa Este: Macao-Punta Cana
• Barahona-Enriquillo-Pedernales
• Montecristi-Pepillo Salcedo
• Samaná-Las Terrenas
• Jarabacoa-Constanza
• Azua-Baní
• María Trinidad Sánchez: Nagua-Cabrera
• Miches

“A pesar de ese esfuerzo de planificación, ha habido dificultades para fomentar la sostenibilidad de los destinos. Algunos retos son las crisis en el suministro de agua o inundaciones de zonas turísticas construidas en áreas de riesgo de desastre”, enfatiza el estudio que también se realizó en Costa Rica y Panamá.

Además, señala que hay dificultades en la gobernanza y la vinculación de la estrategia nacional con el desarrollo a nivel territorial, especialmente por la falta de estructuras de gestión en el destino y de medición de los impactos del turismo en los territorios.

En el estudio se determinó que, por ejemplo, en Puerto Plata hay importantes liderazgos que han contribuido a recuperar la actividad turística, al diversificar y atraer nuevas inversiones. La mayoría de los hoteles grandes cuentan con una o varias certificaciones ambientales, pero hay poca participación general de las empresas en actividades de conservación de la biodiversidad y los recursos naturales.

En Bayahíbe, la dimensión de gestión muestra un buen desempeño dado que se ha convertido en un referente nacional por haber sido un destino pionero en adoptar una estrategia de desarrollo sostenible en tiempos donde la sostenibilidad era un concepto poco conocido.

Mientras que Miches posee un gran potencial ecoturístico. La construcción de las nuevas carreteras y el anuncio de varios proyectos han favorecido su desarrollo. Algunos de los retos observados en la dimensión ambiental se vinculan con la ausencia de una visión consensuada del desarrollo turístico y con una estrategia para su gestión.

Espaillat con una diversidad de atractivos culturales, artísticos, gastronómicos y naturales, al igual que otros destinos, uno de los principales retos es la gestión sostenible del recurso hídrico, lo que resulta en ineficiencias en la distribución y gestión de aguas residuales, alto consumo y falta de sensibilización.

En Azua con atractivos naturales y cuturales se observan limitaciones de recursos humanos y financieros para la gestión de las áreas protegidas y falta de registro de visitación a dichas áreas.

Y en Jarabacoa, un destino turístico de montaña que promueve el ecoturismo, en la dimensión ambiental se observan brechas en la gestión sostenible del recurso hídrico y de los desechos sólidos. Al ser Jarabacoa una zona productora de agua se observan algunos desafíos como el desperdicio de agua y la falta de monitoreo de los impactos de las actividades turísticas en el consumo.

Samaná y la Ciudad Colonial

La oferta turística de Samaná se fundamenta en sus recursos naturales, playas de libre acceso, montañas, saltos, lagunas y ríos rodeados por el mar. Las áreas naturales protegidas atraen a muchos turistas, pero se observan dificultades en su gestión. El estudio destaca el poco personal para la vigilancia de las áreas, la implementación de planes de manejo, el registro de visitantes, la capacidad de carga de la infraestructura y los ecosistemas, así como los cambios en el uso de los suelos para el desarrollo inmobiliario y la agricultura. Por último, está la Zona Colonial. La importancia de esta como patrimonio de la humanidad le brinda muchas fortalezas. En cuanto al uso de energía renovable, se observan iniciativas privadas en algunos establecimientos, pero no se encontraron incentivos o certificaciones de sostenibilidad que promuevan su uso.

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