Aunque la mayoría de los productos naturales son buenos, hay algunos que pueden ocasionar daños o alergias

Tras la cuarentena, todos hemos sacado un espacio para consentirnos, ya sea haciendo ejercicios, comiendo sano o cuidando nuestra piel. En cuanto a belleza, la internet está plagada de todo tipo de contenido, es por ello, que recurrimos a esta herramienta en diversas ocasiones para leer o ver algún video que indique cuáles productos naturales son buenos para contrarrestar, por ejemplo, los efectos de la vejez, eliminar el acné, humectar el rostro o conseguir una piel lozana. Productos como la avena, la leche, el aceite verde, la miel y el limón, se han convertido en parte de la rutina facial de muchas personas, pero, ¿qué tan efectivos son?, ¿algunos pueden provocar daño?

“Los productos naturales, si bien como su nombre lo indica vienen de la naturaleza, más no necesariamente funcionan por el simple hecho de que se apliquen sobre la piel. Los productos necesitan poder entrar a la piel para ejercer alguna acción sobre ella”, explicó la dermatóloga Sonia Read, encargada del departamento de cosmiatría en el Instituto Dermatológico Dominicano y Cirugía de Piel “Dr. Huberto Bogaert Díaz” (IDCP).

Asimismo, destacó que a la consulta del departamento de cosmiatría llega pacientes que aplicándose algún tipo de producto natural se han quemado o dañado el tejido, por eso la galena insistió que busquen las orientaciones de un especialista.

Sobre la piel, explicó que tiene en su superficie una barrera protectora que “nos delimita, nos evita pérdidas en el contenido de la misma e impide también que sustancias nocivas penetren al organismo: es la capa córnea, formada por una proteína muy resistente la cual está contenida en las células de esta capa, que por cierto ya no tienen núcleo y son las que se van a descamar cada 28 días de manera natural y microscópica, en pieles sanas”.

De acuerdo a la especialista, algunos productos naturales pueden dar la sensación de suavidad o un efecto pulido al aplicarlo sobre la piel, por ejemplo, la miel. “Si a esa miel le añadimos azúcar y frotamos puede pasar, pero solo es una sensación externa, pues esa sensación solo interesa la capa más externa de la piel, la córnea. Sin penetrar a las otras capas constituyentes. Si solo queremos lograr eso, pues perfecto. Tendremos esa sensación”. Si por el contrario, buscamos lograr un efecto duradero, Read sostiene que para tener esa modificación en nuestra piel, a nivel de su hidratación o tener un efecto anti envejecimiento real, entonces debemos usar productos que científicamente se hayan probado y constatado de que penetran hasta la dermis, que es la capa donde debemos actuar para obtener estos beneficios”.

Aclaró que el uso de la mayoría de los productos naturales sobre la piel no es malo pero es imprescindible realizar una visita a un dermatólogo y, una vez se tenga el diagnóstico, del tipo de piel que tienes te darán una serie de recomendaciones que le permitirán cuidar su piel.

Para tener una piel saludable recomendó tener una dieta balanceada, hidratarse bien, hacer ejercicios, conocer su tipo de piel, y realizarse un chequeo por lo menos anualmente sino tiene ningún tipo de condición existente.

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