Según la teoría del psicólogo Robert Sternberg, existen siete tipos de amor, entre ellos: vacío, romántico y consumado

¿Sabes qué tipo de relación amorosa has tenido o tienes? Durante alguna de esas experiencias, es probable que te hayas comprometido con una pareja a la que sólo le interesaba vivir el presente sin un norte, mientras tú soñabas con un futuro o viceversa. Lo cierto es que en cada relación se viven historias diferentes, en algunos casos, unas que nos pueden hacer sentir la mujer o el hombre más feliz del mundo o por el contrario la/él más despreciada/ o y triste.

Partiendo de ahí, el psicólogo estadounidense Robert Stenrberg sostiene que cada quien vive el amor a su manera, y lo deja muy claro en su “Teoría triangular del amor”, con la cual es muy probable que identifiques qué tipo de amor has vovido o estás viviendo.

Factores que determinan el tipo de relación, según Sternberg
En la Teoría triangular de Sternberg, la primera característica que determina nuestro tipo de relación amorosa es la intimidad.
Implica cercanía, una conexión especial, afecto, preocupación…
Cualidad descrita por el especialista como la responsable de que deseemos regalar a nuestra pareja lo que más quiere, que la sorprendamos, que le contemos nuestros secretos y miedos, y queramos descubrir lo que le hace feliz.

El segundo aspecto que menciona es la pasión. Un deseo intenso de unión con el otro, atracción física, pero también deseo de compartir con el otro la parte de sus vidas que no implica sólo sexualidad.

Mientras que la tercera es el compromiso. Esta implica mantener el amor a largo plazo; sostener la relación tanto en los buenos como en los malos momentos y superar las adversidades.

De acuerdo al psicólogo, éstas cualidades escenifican las esquinas de la pirámide construida a través de la teoría, y que combinadas de maneras distintas, dan como resultado un tipo de amor.
Además, conforme a Sternberg, las parejas que vivan estos tres puntos tienen asegurada una relación duradera y con mucho futuro, frente aquellas que sólo gozan de uno.

Pirámide de la teoría de Sternberg.

Tipos de amor

1. Cariño: En estas relaciones hay un gran vínculo y cercanía con la otra persona, pero no pasión ni compromiso a largo plazo.

2. Encaprichamiento: “Amor a primera vista”, sin intimidad ni compromiso, este amor puede desaparecer en cualquier momento. La pasión es el componente que más rápido se desarrollay yel que más rápido se desvanece.

3. Amor Vacío: Unión por compromiso, sin pasión ni intimidad. No sienten nada el uno por el otro, no obstante, hay una sensación de respeto y reciprocidad. Tiene que ver con los “matrimonios de conveniencia”. En ocasiones, se mantienen los matrimonios o parejas por cuestiones ajenas al tipo de relación, como por motivos económicos, sociales o familiares.

4. Amor Romántico: Parejas unidas emocionalmente y físicamente, mediante la pasión. Es un amor pasional, lleno de contenidos emocionales y de comunicación, más nunca llega a “firmarse el acuerdo” de tener un proyecto en común o una relación.

5. Amor Sociable: Es una relación en la que la pasión se ha ido, pero hay un gran cariño y compromiso con el otro. Compartes tu vida sin deseo sexual ni físico. Es más fuerte que el cariño, debido al compromiso. El amor que se encuentra en la familia es una forma de Amor Sociable, así como en profundos amigos, que pasan mucho tiempo juntos en una relación sin deseo sexual.

6. Amor Fatuo (vano): El compromiso es motivado por la pasión, pero sin la intimidad.

7. Amor Consumado: Es la forma completa del amor, donde los tres componentes se dan a la vez. Representa la relación ideal hacia la que todos quieren ir pero que aparentemente pocos alcanzan. Sin embargo, Sternberg señala que mantener un amor consumado puede ser aún más difícil que llegar a él.

Este puede no ser permanente. Por ejemplo, si la pasión se pierde con el tiempo, se puede convertir en un amor sociable. El equilibrio es importante para que una relación amorosa trascienda. Igualmente, no se refiere a que la relación sea perfecta ni mucho menos, también tiene altibajos, pero en él están presentes esos principios inquebrantables.

 

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