Es importante hablar con un cardiólogo y un nutriólogo certificado para desarrollar un plan de alimentación específico y evaluar la situación de cada paciente de manera individual.

“Mantener una alimentación saludable no se trata solo de preparar comidas ocasionalmente, sino de hacerlo de manera constante a lo largo del tiempo. La planificación, la preparación y la elección de ingredientes nutritivos son pasos esenciales para mantener una dieta equilibrada y promover la salud a largo plazo”, expresó la nutrióloga Leimy Cruz Polanco.

Alimentos recomendados

“Las frutas y verduras son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes que son beneficiosos para la salud cardiovascular”, expresó la nutrióloga.

Además, aconsejó elegir granos enteros como avena, arroz integral y quinoa; pescado como la sardina, el salmón, el atún y la trucha, que son fuentes de ácidos grasos omega-3; legumbres como lentejas, las habichuelas, habas, garbanzos y guandules, que son excelentes fuentes de proteínas magras (baja en grasa) y fibra, que pueden ayudar a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, destacó.

“También es bueno optar por proteínas magras como el pollo sin piel y el pavo, así como cortes magros de carne de res y cerdo. Hay que limitar el consumo de carnes procesadas, como embutidos y salchichas”, resaltó Cruz Polanco. Si consumes lácteos, sugirió eligir opciones bajas en grasa o sin grasa.

“Incluye grasas saludables como el aceite de oliva, las nueces y el aguacate en tu dieta. Estas grasas pueden ayudar a reducir el colesterol LDL y promover la salud del corazón. Mientras que los alimentos ricos en fibra, como la avena, las legumbres y las frutas, ayudan a mantener los niveles de colesterol bajo control y a regular el azúcar en la sangre”, indicó.

Asimismo, las nueces y almendras son opciones saludables que pueden ser beneficiosas para la salud cardiovascular debido a su contenido de grasas saludables y antioxidantes.

¿Cómo prepararlos? La galena aconsejó:

1-Comienza por planificar las comidas. Decide qué alimentos y recetas quieres incluir durante la semana.

2-Alimentos frescos y naturales. Prioriza alimentos frescos y naturales en lugar de alimentos procesados.

3-Métodos de cocción saludables. Opta por métodos de cocción saludables, como asar al horno, hervir, cocinar al vapor o saltear en lugar de freír. Estos métodos requieren menos aceite y conservan más nutrientes.

4-Evita el exceso de grasa y azúcar. Reduce la cantidad de aceite, azúcar y sal añadidos en tus recetas. Utiliza alternativas más saludables, como aceite de oliva en lugar de mantequilla y reducir la sal usando hierbas y especias para condimentar tus comidas.

5-Meriendas saludables. Ten opciones de meriendas saludables a mano.

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