La gran actriz griega Irene Papas falleció este 14 de septiembre a los 96 años, según informó el Ministerio de Cultura de Grecia.
En 2018 la artista informó que desde hacía cinco años padecía de Alzheimer.
En algún momento de su vida, en la que trabajó para grandes directores como Zeffirelli, Rossi o Costa-Gavras, Irene Papas tuvo una relación con el actor norteamericano Marlon Brando, de quien dijo fue el Aor de su vida.
Se convirtió en una estrella internacional con películas como Zorba el griego junto a Gregory Quinn.
EXILIO Y REGRESO DE Irene Papas
Conoció el exilio gracias a su firme oposición a la dictadura militar griega, por lo que vivió en Italia y Nueva York junto a otros artistas, donde siguió trabajando en cine y teatro.
Al final de la dictadura Irene Papas pudo regresar a su país, y en 1995 fue condecorada con la insignia de la Orden del Fénix.
Uno de sus últimos papeles fue La mandolina del capitán Corelli, en 2001.
Su nombre real era Irene Lelekou, y había nacido en la periferia de Corinto para asistir posteriormente a la Real Escuela de Arte Dramático de Atenas.
Dio el salto al cine a finales de los 40, siendo descubierta por Elia Kazan y por su rol en Escándalo en Roma: Las infieles.
A mediados de los años 50, Irene Papas rodó en Italia Teodora, emperatriz de Bizancio y Atila: Hombre o demonio (donde trabajó por primera vez con Anthony Quinn).
Hollywod la vio con buenos ojos y en 1956 tuvo un papel protagonista en el western La ley de la horca. Llegados los 60 participó en la adaptación de varias obras griegas clásicas en su país, como Antígona o Electra.
En 1961 fue parte de Los cañones de Navarone(también con presencia de Quinn), centrada en un episodio de la Segunda Guerra Mundial.
En 1969 formó parte de la aclamada Z, de Costa-Gavras.
Como cantante se dio a conocer con la producción Songs of Theodorakis, donde interpreto temas del legendario compositor griego Mikis Theodorakis. A partir de entonces alternaría ambas facetas.
Participó en la adaptación italiana de Crónica de una muerte anunciada, y en 1996 protagonizó Party para Manoel de Oliveira, a la que le siguió Inquietud. En España para formar parte del elenco de Yerma.
Finalmente compartiría cartel con Nicolas Cage y Penélope Cruz en La mandolina del capitán Corelli, y antes de retirarse colaboraría una vez más con De Oliveira, en Una película hablada.
Su carrera estuvo compuesta hormas de 70 películas.
