El último certamen del Miss Universo parece que abrió la puerta a la etapa más crítica de la historia del concurso. R’Bonney Gabriel, la Miss Universo 2022, parece que no está dando la talla como todos esperaban. El publico no la recibe con agrado y la sombra del presunto fraude aún pesa sobre su corona.
En años anteriores, las reinas del Miss Universo causaban furor a donde llegaban, con cientos de personas esperando con flores y todo tipo de obsequios. Pero con R’Bonney no ha sido así y la situación se está tornando en un rotundo fracaso histórico. Un hecho ampliamente reseñado por medios en todo el mundo.
Una de las primeras paradas de la Miss Universo 2022 fue Bangkok, Tailandia, en compañía de Andreína Martínez, Miss República Dominicana, y Gabriela Dos Santos, Miss Curazao. Un recibimiento con muy pocas personas y poco despliegue de seguridad. Algo súmamente notable siendo Tailandia uno de los países con mayor audiencia y número de fanáticos.
Pero lo peor es que no hay un número notable de marcas que se hayan acercado a la organización para colaborar con R’Bonney Gabriel, ganadora de Miss Universo y representante de EEUU. Un hecho que alarma a la organización. Siendo esta una de las principales actividades y tareas de una ganadora del certamen de belleza.
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En consecuencia, el fracaso de la Miss Universo 2022 marca un precedente que, suponemos, tiene que llevar a la reflexión a los jefes del Miss Universo. Fundamentalmente para que no se vuelvan a cometer errores que traen consecuencias no solo morales, sino económicas importantes para la organización. Pero esto es sólo la punta del iceberg de una crisis con banda y corona.
La crisis del Miss Universo
El Miss Universo se fundó en 1952 y televisado por primera vez en 1955 por la CBS. Surgió como competidor del concurso Miss América que se fundó en 1921.
Su libro de reglas solo permitía postularse a mujeres solteras entre 18 y 28 años que nunca se habían casado o tenido hijos. No obstante, en los últimos años, ambos eventos han tratado de evolucionar más allá de sus raíces tradicionales. Esto, a medida que caían los índices de audiencia.
El certamen de Miss Universo del año pasado, ganado por la india Harnaaz Sandhu, atrajo a 2,7 millones de espectadores en total en Fox. Esto colocó a la cadena en el último lugar entre las cuatro grandes emisoras. La calificación marcó una caída del 30% de los 3,8 millones de espectadores que atrajo el concurso en 2019. Solo dos años antes, en 2017, el concurso atrajo a 5,2 millones de espectadores en total.
Una de las teorías que se manejan sobre por qué el Miss Universo dejó de tener aficionado leales es que los espectadores le perdieron la confianza al concurso. Sobretodo después del error de Steve Harvey cuando anunció a la ganadora equivocada.
Después de esta equivocación, el concurso no pudo recuperar su credibilidad, aparte de que un gran sector de la población cree que estos concursos ya no se deberían hacer, pues la manera de apreciar la belleza ha ido evolucionando con el paso de los años.
Por otra parte, la caída en la audiencia también se produce cuando los críticos cuestionan si los concursos de belleza están anticuados y obstaculizan la causa de la igualdad de género. Y a pesar que ha incluido a mujeres transgénero, y ahora a mujeres casadas y madres, esto no ha sido suficiente para que las chicas se interesen por el concurso, uno de los más populares en Asia y América Latina.
La economía amenaza al Miss UNiverso
Endeavour Group, propietario de la UFC entre otros eventos, le compró los derechos del Miss Universo en el año 2015 a Donald Trump, entonces propietario del concurso a través de una de sus empresas, WME-IMG. Desde ese entonces, las polémicas en torno a la organización, jurados y reinas fueron temas para murmuraciones. En cuanto a lo económico, el concurso generaba ingresos de entre 7 y 9 millones de dólares, con pérdidas de más de dos millones de dólares.
En consecuencia, se inició un proceso de venta que culminó con la compra del certamen por parte de JKN Global Group Public Company Limited, la empresa de la billonaria transexual tailandesa Anne Jakrajutatip, mudando la sede central de certamen a Tailandia y anunciando públicas intenciones de hacer cambios para hacer el concurso «más diverso e inclusivo».
Pero además para tratar de obtener más ingresos con los derechos de sede, la organización del concurso y las tarifas de licencia para los concursos de cada país. Pues para nadie es un secreto que el Miss Universo estaba en quiebra.
Cuánto cuesta un Miss Universo
El Miss Universo vende los derechos de ser sede y el país, junto con empresas patrocinadoras, debe correr con una serie de gastos en alojamiento, transporte, alimentación, escenarios, equipos de transmisión, promoción, shows, dependiendo de la magnitud de infraestructura con que cuente.
Recordemos que República Dominicana desistió de competir por ser sede del certamen en 2023 porque tenía que pagar US$10 millones para montar el Miss Universo 2022, realizada en enero pasado, por retraso de planificación. El Ministerio de Turismo esclareció en su oportunidad comentarios y especulaciones que circularon en redes sociales sobre la negativa del país a montar el evento.
Finalmente, El Salvador fue el país que «ganó» los derechos para este año, para lo cual invirtió un poco más de US$12 millones.
Nuevos Cambios
Así que, para esta edición en El Salvador en diciembre de este año, veremos posiblemente los cambios derivados de las nuevas reglas en Miss Universo. Para muchos celebradas en el marco de la inclusión, pero para otros desacertadas.
Históricamente los requisitos eran más estrictos y cerrados. Sin embargo, en los últimos años se han dado algunos cambios para dar paso a lo que se vendría a partir de la edición 72, a finales de 2023.
Para participar en Miss Universo se requería ser mujer (algo que cambió en 2012 cuando se estableció que el requisito era ser mujer legalmente). Con ello se abrió la puerta a mujeres transgénero que legalizaron su nuevo género. Con ello quedó a opción de cada país la posibilidad de que una mujer transgénero participe en el concurso como ocurrió por primera vez con Ángela Ponce, Miss España en 2018.
No estar casada ni tener hijos ni haber estado embarazada han sido también algunos de los requisitos para las misses. Asimismo, tener entre 18 y 28 años y la nacionalidad del país que representa. Pero esto podría cambiar. O al menos allí apuntó el discurso de la nueva dueña del Miss Universo, Anne Jakrajutatip.
¿MENOS PAÍSES?
Pero el cambio mayor del negocio es su nuevo modelo comercial. La compañía JKN Global Group envió a mediados de enero una comunicación a los diferentes dueños de las franquicias internacionales del Miss Universo, encargados de escoger a las participantes en los diferentes países. Principalmente para informarles de la aplicación de la modalidad de subasta para la franquicia del concurso.
Esto quiere decir que para operar y/o representar la marca Miss Universo en su país deberán ofrecer un monto por el derecho al concurso en su edición 2023.
El lapso otorgado por la Organización Miss Universo dio plazo hasta el 10 de febrero para presentar las ofertas por las franquicias. Se espera que los resultados se anuncien a fin de mes.
En relación a este modelo de negocio introducido por JKN Global Group, ya algunas empresas dueñas de las franquicias han manifestado su posición y algunas han renunciado a seguir operando el concurso de Miss Universo en sus países. Tal es el caso de MALZ Promotions, dueña de la franquicia en Ghana, que ya anunció su retiro de Miss Universo.
La empresa lanzó un comunicado que dice lo siguiente:
«Durante cinco años, MALZ Promotions ha participado activamente en la competencia Miss Universo y, con esta oportunidad, ha trabajado arduamente para marcar la diferencia en la vida de muchas mujeres ghanesas jóvenes de todos los rincones de nuestra nación.
Sin embargo, la implementación nueva y repentina del modelo comercial de la organización Miss Universo bajo el liderazgo de JKN Global Group no está alineada con los objetivos de la marca de MALZ Promotions. Por lo tanto, le gustaría interrumpir la relación con Miss Universo».
En países como Indonesia y Malasia, por su parte, ya la franquicias quedó en manos de nuevos dueños. Pero la reacción de Ghana podría replicarse en otros países que no estén de acuerdo con el nuevo modelo de negocio. En consecuencia, podríamos ver un Miss Universo con menos países en su edición de 2023. Habrá que estar atento a los próximos anuncios.
