Con una recepción en el hotel Catalonia, el embajador Zhang Run y su esposa Duan Niyan celebraron el 69 aniversario de la fundación de la República Popular China y la llegada de su primer embajador a la República Dominicana.
La celebración inició con las notas de los himnos nacional de China y el de República Dominicana, seguido de las palabras del embajador Run, quien expresó su gratitud al gobierno dominicano por las facilidades y el apoyo brindado, a los “amigos de todos los sectores del país, así como a los colegas del cuerpo diplomático por su bienvenida y aceptación, a través de cartas, visitas, flores, banquetes y artículos, los cuales me hicieron sentir mucho calor humano”.
Explicó que desde la fundación de la República Popular China, ocurrida el primero de octubre de 1949 por Mao Tse Tung, el gobierno chino siempre ha seguido una política exterior de paz e independiente y, finalmente ha salvaguardado la equidad y la justicia internacional.
Destacó que, a pesar de que China se ha convertido en la segunda economía y gran fabricante y exportador a nivel mundial, trata con igualdad a otros países, sean grandes o pequeños; ricos o pobres.
El diplomático recordó que aunque están a miles de kilómetros de distancia, “aquí siento que la interpretación hacia la familia, la amistad y el amor entre los dos pueblos es consistente. Ambos coincidimos en la abogacía por la lealtad, la justicia y la bondad, así como en el anhelo por la búsqueda de una vida mejor, somos humildes e hospitalarios”.
Asimismo, indicó que ambas naciones son altamente complementarias en los campos de comercio, inversión, infraestructura, energía, turismo, agricultura, tecnología informática, entre otros, con un gran potencial para ser aprovechado. “El apretón de manos entre nosotros llegó un poco tarde, pero finalmente estamos unidos. Lo que tenemos que hacer ahora es, al compás de la linda música de interacción amistosa, y pisando la sólida arena política, bailar un elegante merengue”, concluyó el diplomático de la República China.
