Cultura sin dinero no es cultura. El esfuerzo que realiza el Ministerio de Cultura actualmente, que incluye recorridos por todo el país para establecer necesidades, falencias y características de cada región es un levantamiento que ni un dron con inteligencia artificial podría realizar.
Entre los proyectos más necesarios figura el establecimiento de casas de Cultura, bibliotecas, escuelas de Bellas Artes, calles de la Cultura, lo mismo en importantes localidades del interior del país, como en sus bordes, léase el Plan Frontera. Sucede que nos estamos jugando la dominicanidad como identidad cultural. Y sin dinero se pierde el juego. Dinero hoy día hay solo para la nómina del Ministerio, para la Feria Internacional del Libro, para la Bienal de Artes Visuales, y para el Festival de Teatro. Punto.
Mientras tanto, la ley de Mecenazgo espera por ser reajustada, como reajustada está siendo la Ley de Cine.
Se nota entusiasmo dentro del ministerio por parte de todos los viceministerios, incluidos el de Identidad, Industrias Culturales, el de Descentralización y el de Investigaciones Culturales. Digo incluidos, porque el de Formación y el de Patrimonio eran históricamente los de más contenido. Lo importante es que hoy están trabajando proyectos tan importantes que, sin dinero, son como arar en el mar
Creo que el gran legado que puede hacer el gobierno del presidente Luis Abinader es el de sentar las bases para salvar la cultura nacional. Esto no pasa solamente por la deportación de ilegales. Pasa por revitalizar la cultura a nivel nacional, apoyar al Ministerio de Cultura en su cruzada de sembrar instituciones culturales, formar instructores de arte, empoderar a la población de su identidad cultural y de la capacidad para valorar las artes.
Dinero hay en el país. Y lo que no se puede es jugar a que obligadamente desaparezca el Ministerio de Cultura y adocenarlo como una dirección o instituto al Ministerio de Educación. Eso sería una derrota tanto para el presidente Abinader y el PRM, como para todo el movimiento cultural del país.
La cultura no solo nos enaltece y nos dignifica. Es nuestra esencia y nuestra definición. Pero sin dinero es una palabra vacía.