Se diría en el rico y sabichoso lenguaje criollo que la carga se ajusta en el camino, y es lo que hizo el PRM porque hasta enero de 2022 sus estatutos (artículo 101) prohibían la reelección presidencial, pero hoy muchos rabiosos antirreeleccionistas “por principio” hacen suyo el vuelve y vuelve que patentizó Balaguer, quien también importó aquello de que “no se cambia de caballo cuando se vadea un río”. Se cumple una costumbre de nuestros gobernantes, lo que no es exclusivo de la cultura política dominicana, de pretender reeditar sus mandatos. Todo el “mundo” sabía lo que haría Abinader, que interpretaría a Balaguer en eso de que “lo bueno no se cambia”. Lo que no se sabía era que tanta gente cambiaría, así de repente, de manera de pensar.