El enemigo continúa haciendo daños mayores, y en la mayoría de los países europeos donde se creyó que estaba bajo control, se ha endurecido, como en España y Francia, que habían sufrido duramente durante la primera ola que arrasó el continente.
Se reconoce que la causa de los rebrotes masivos de la COVID-19, con mucho más fuerza que al principio, se deben a las políticas liberales en esos países. Y ahora adoptan el toque de queda nocturno para tratar de contenerlo de nuevo.
Aquí en República Dominicana sufrimos la experiencia después de las elecciones del 5 de julio, cuando la concurrencia ciudadana trajo un aumento alarmante de casos.
Después que las autoridades actuales asumieron el poder y adoptaron nuevas directrices contra el coronavirus, hemos llegado a niveles bajos de contagios, sobre todo en las ciudades donde alcanzó las cifras más alarmantes, como en el Gran Santo Domingo, Santiago, San Francisco de Macorís, Puerto Plata, La Vega, Monseñor Nouel y San Cristóbal.
Hace algo más de quince días estábamos acostumbrados a los reportes de baja intensidad, hasta que tuvimos la ingrata noticia de un brote en el bunker anti Covid-19, el Ministerio de Salud.
Ahora estamos en una situación que podemos considerar de control moderado, pero con graves amenazas, porque las liberalidades están a la orden del día, acompañadas con una rebeldía urbana expresada en fiestas ocultas, reuniones imprudentes en lugares distintos y abandono del hábito de la mascarilla.
Este es un alerta para recordar que la experiencia en otros países sugiere que tras un período como el que vivimos ahora, puede sorprender una brutal masificación de contagios.
Ayer sólo tuvimos 257 contagios, pero persisten las muertes, dos en las últimas 24 horas. El total de casos son ahora 127 mil 848 y dos mil 252 muertos.
La tasa de letalidad está en 1.76 por ciento, pero el enemigo sigue entre nosotros. Nuestra alerta es preventiva, para que un rebrote no obligue a lanzarla desde otra perspectiva, cuando se pierda el control.
Es importante que vayamos a otra fase, a un relanzamiento de la campaña contra la COVID-19. No debemos dormirnos.
