En la habitual rueda de prensa de los miércoles de Salud Pública, en la que casi se habla más del dengue que de la Covid-19, pocos repararon en que todos los funcionarios tuvieron puestas sus mascarillas siempre, hasta cuando hacían uso de la palabra. Es un buen mensaje que prediquen con el ejemplo, ya que las autoridades sanitarias por resolución, si bien no lo disponen de manera obligatoria, “recomiendan” el uso de la mascarilla en lugares cerrados, aunque a decir verdad en sitios al aire libre o cerrados son más los que no se colocan el tapaboca, lo que hace pensar que si los indicadores del coronavirus siguen a la baja podrían ser declaradas “especie en extinción”.

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