No fue que ganó Abel Martínez (politicastro provinciano venido a más, con un discurso alentado simplemente por el antihaitianismo), sino que perdió Danilo Medina con su penca Margarita, simple adorno antileonelista, pues los votantes de adentro, y ni hablar de los de afuera (craso error el convocarlos a votar) empiezan a cobrarle la cuenta por lo que ha hecho del PLD: un partido sin liderazgo, sin masas organizadas, sin norte ideológico, sin propuestas futuristas, con un estigma que el olvidado boschismo no merece; un partido, en fin, en ruta a convertirse en una nueva entelequia del sistema.

Posted in Fogaraté

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas