En Haití no hay liderazgo político. No hay fuerzas sociales organizadas. No hay fuerzas policiales ni militares para imponer el orden. Haití es, como república, de hecho una triste ficción. Su realidad es el caos y la delincuencia (esa sí bien organizada) en medio de una amplia y profunda pobreza. Lo sabe el resto del mundo, que no hace nada por Haití, lo que equivaldría a ayudar también a la República Dominicana, que está frente al terrible riesgo de que se produzca hacia acá un desbordamiento masivo de población haitiana… (Por todo eso es más que prioritario que nuestro Gobierno reclame intensivamente la ayuda mundial para Haití).

Posted in Fogaraté

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas