Bien, Luis, por toda tu auténtica rabia. Bien, Luis, por tu sentido dolor ante el vil asesinato policial de esa pareja de predicadores cristianos, precisamente en Semana Santa. Bien, Luis, por disponer con energía que se haga justicia. Bien, Luis, por prometer que, ahora sí, se emprenderá la tan demandada reforma que erradique de la Policía Nacional el espíritu de Trujillo, todavía vivo desde su más humilde raso hasta su más encumbrado general. Bien, Luis, por todo eso. (Ahora sólo falta que desde ya pongas manos a la obra, no sea que vayas a parar, como algunos farsantes que te precedieron con igual promesa, al zafacón de la historia).

Posted in Fogaraté

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas