Sépase a lo largo y ancho del incrédulo planeta: “Edgar Leonardo Báez, residente en Cabral, Barahona (por supuesto, en la República Dominicana), fue detenido el domingo por la Policía Nacional, después de violar la tumba del señor Flet Medrano, sepultado el sábado, para sustraerle mil pesos que una hija del difunto le había puesto para que no se fuera al más allá con los bolsillos vacíos”… Dada la naturaleza única del hecho, posiblemente a nivel mundial (tanto por los mil pesos para ser gastados con Dios o con Lucifer, como por la audacia del robo), este meritorio ladrón merece que se le ponga su nombre a una calle de ese pueblo.
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