Ahora, si Abinader logra una Constitución moderna, sin los atavismos del caciquismo presidencial y con la inclusión de los nuevos derechos (entre ellos el de las tres causales); si logra reducir la delincuencia a lo no sangriento y al robo de lo más simple; si logra liberar el costo de la vida de la abusiva especulación con los precios; si logra que el gran empresariado concurra a un proyecto nacional de desarrollo ajeno a sus estrictos intereses; si logra reducir la población haitiana a mucho menos del 20 por ciento que hoy ocupa… Si logra todo eso pasaría a la historia como un mandatario ejemplar… (Ojalá se sienta tentado a hacerlo).