No es muy frecuente, pero a veces nos preguntan y otras veces preguntamos, ¿qué es lo más importante en la vida? Así, sin especificar de qué se está hablando.
Las respuestas varían y nos hace notar qué tan diversas pueden ser las prioridades. De la misma forma es evidente que estas cambian con el tiempo y conforme a las circunstancias.
Para muchos, lo más importante es mantener su estilo de vida, su estatus, que su entorno se mantenga inalterable.
Otros, no lo piensan dos veces y su respuesta casi inmediata es que lo más importante es su familia. Para algunos es el amor, la única razón de ser y vivir.
La salud es una de las respuestas más comunes, en especial, cuando se pierde y se padece una enfermedad que les coloca entre la vida y la muerte.
Las personas suelen valorar las mismas cosas solo que todo va a depender del momento en que se encuentran. No hay que ser un genio para saber que en la vida hay prioridades y aunque solo se coloquen en el orden correspondiente cuando las circunstancias lo ameritan, la gente casi siempre espera a sentir que está perdiendo o que está en riesgo para valorar lo que deberían valorar y cuidar cada día.
Cuando alguien nos pregunte o nosotros mismos nos cuestionamos por aquellas cosas realmente importantes en nuestras vidas, antes de contestar, seria bueno pensar un poco más.