Esta semana en las redes sociales vi un perfil, en realidad no repare en la identidad del titular de la cuenta, pero sí en lo que decía en su muro: Si pudieras eliminar una cosa del mundo para hacerlo mejor, ¿ qué sería?
Una interesante pregunta con múltiples respuestas posibles, pero solo era una de muchas cosas negativas que han convertido al mundo en lo que hoy es.
No dudo que alguno respondiera que eliminar a las personas sería la única forma de salvar al mundo, pero conforme una casa vacía deja de ser un hogar, así también un mundo sin personas ya no sería lo que es. Si bien es cierto que lo que ha hecho este mundo inhabitable son los malos sentimientos y bajas pasiones de los humanos, su ambición desmedida, la envidia, la falta de empatía, el egoísmo, la deslealtad, la deshonestidad y el odio a sus semejantes con que se conducen, no es menos cierto que los buenos sentimientos, la lealtad, la solidaridad, la empatía y el amor, sirven de antídoto contra el implacable veneno de la maldad. Por eso, no es factible pensar en un mundo sin humanos.
Así que consciente de que mientras el altísimo no decida otra cosa, los humanos seguirán habitando nuestro mundo.
Así, con todos sus defectos y virtudes.
Entonces, queda enfocarse en esas cosas que la gente hace, dice y lo que provoca con sus acciones y sus expresiones.
Son muchas las malas actitudes y sentimientos negativos que deberían desaparecer para hacer la vida más llevadera, segura y un poco más feliz.
En lo personal, me debato entre querer desaparecer la envidia que destruye a aquél que la siente y lastima profundamente a quien la padece.
Ese sentimiento carcome el alma y pone una venda en los ojos que impide reconocer las virtudes de los otros, que sella los labios antes de expresar un elogio a los demás, a sabiendas de que es lo justo. He visto cómo solo por envidia, una persona llega a odiar a otra, a veces, porque al hacer su mismo trabajo, el desempeño del otro es evidentemente superior.
Así enumeraría decenas de malos sentimientos, como la ambición, esa que lleva a la gente a perder sus valores y descender a lo más bajo para lograr lo que quiere, aunque tenga que aplastar a todos a su alrededor.
Es mucho lo que tenemos que sanar para poder construir una mejor sociedad, con mejores seres humanos, que puedan a su vez formar personas de bien.
En ese sentido, borrar para siempre, la capacidad de odiar y desearle mal a los demás sería el primer paso en la dirección de convertir nuestro mundo en el lugar que deseamos y en que merecemos. También nos haría ser más empáticos, mas leales, mas humanos.