Este proceso permite a un extranjero obtener la residencia de Estados Unidos a través de una petición laboral. La mayoría de casos basados en empleo requieren una certificación del Departamento de Trabajo de EE. UU., con la cual se demuestre que no hay trabajadores estadounidenses disponibles y calificados para hacer el trabajo ofrecido. Para hacer este proceso no se necesita la firma de un contrato de trabajo, sino la información de la persona que llenaría la posición que los residentes estadounidenses no pudieron ocupar. Para ello se debe tener evidencia de que se realizaron procesos de reclutamientos y ninguna persona logró calificar para la posición. Esta prueba debe incluir anuncios impresos, anuncios en internet. Es muy importante cumplir con todos los requisitos establecidos por la ley para evitar una auditoría por parte del departamento de trabajo y la posible negación de la certificación.

Luego de que la certificación laboral es aprobada, el empleador puede proceder a realizar la petición del empleado extranjero ante el centro de ciudadanía y migración de los Estados Unidos. Existe un proceso llamado “premium processing” el cual consiste en el pago de tasa a migración (USCIS) para que revise la petición de una forma expedita. Si dicha tasa es pagada USCIS revisar y aprobar el expediente en 15 días. Ya luego de que la petición es aprobada, el extranjero beneficiario de la petición para obtener la residencia tiene que realizar una entrevista consular o un ajuste de estatus, en caso de que las condiciones permitan hacer el proceso dentro de los Estados Unidos.

El proceso de certificación laboral y petición puede tardar entre 18 a 24 meses. Estos tiempos son bastantes relativos y va a depender del cúmulo de trabajo de cada agencia envuelta en el proceso. Lo positivo de esta espera es que la persona y sus familiares derivados que califiquen, recibirán la residencia de EU. Cuando hablo de familiares derivados me refiero a hijos menores de 21 años y cónyuge.

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