La Liga Dominicana de Fútbol (LDF) dio a conocer que los reglamentos y el calendario para la octava edición que iniciará el 11 de marzo ya están listos y aprobados por los ocho clubes participantes.
Los fanáticos ya están ansiosos por ver como se desarrollará el máximo evento del balompié dominicano, aunque no a todos les ha gustado el formato publicado.
La primera etapa enfrentará a todos los equipos en partidos de ida y vuelta. Serán 14 jornadas programadas a terminar el 26 de junio, de las que quedarán eliminados dos conjuntos. La segunda, también conocida como “Liguilla”, será desde el 2 de julio al 21 de agosto, de igual manera los seis clubes visitarán y recibirán sus rivales en 10 rondas. Luego en las semifinales chocarán los mejores cuatro y la final por igual los dos mejores replicando el formato de ir y venir.
Aquí es donde muchos no están de acuerdo, en dividir la final en dos partidos argumentando que las principales ligas del mundo tienen la definición en solo 90 minutos.
A esos les diré mi opinión.
Creo que comparar es bueno, pero para coger y dejar. Es bueno que los fanáticos dominicanos del fútbol miren lo que pasa en esos países más desarrollados, pero sin dejar de entender que aquí es ahora cuando se inicia un recorrido serio en estos menesteres. Que apenas llevamos siete temporadas, todas llenas de un aprendizaje constante, pero que no manejamos los grandes capitales de esas ligas internacionales.
La final en ida y vuelta es una concepción de todos los equipos participantes en un reglamento aprobado antes de iniciar, que da la oportunidad a los clubes de preparar un gran espectáculo para sus fanáticos en su propia cancha.
Pero también quita la presión a la LDF de señalar un escenario único antes de iniciar el campeonato, tomando el riesgo de que no sea la casa de ningún finalista, o favoreciendo solo a uno de ellos, además de que se le da la oportunidad de reivindicarse al equipo que quede debajo en el marcador del primer juego.
Quizás no soy el que más sabe de fútbol, pero sí uno de los que más disfruta la LDF, por lo que tener una final de dos juegos representa más fútbol, más diversión.
