Podemos decir que en todo el planeta no existe un torneo masivo más democrático en cualquier deporte que La Copa Mundial de Fútbol, cuyo sistema de clasificación ofrece oportunidad a todos los países asociados, no importa que sean potencias, o emergentes.
Estamos hablando de 211 naciones que salen al terreno de juego buscando clasificar, en un formato que solo emite 32 boletos. Sistema que ya para el año 2026 se espera evolucione a 48 plazas.
Pero hablar de que nuestro país tenga participación en una copa del mundo, en cualquier categoría o género, es como soñar despierto.
Aunque nuestra nación está afiliada a la Federación Internacional de Asociaciones de Futbol (FIFA) desde 1958, siempre se ha quedado en el camino muy lejos de llegar a una Copa Mundial.
El primer mundial de fútbol se jugó en 1930 y nuestra Federación Dominicana de Fútbol (FEDOFUTBOL) se fundó en 1953. Se han desarrollado 17 eventos de varones después de nuestro nacimiento, con intervalos de cuatro años entre ellos.
Cada vez que pasa una y no llegamos, de inmediato se apela a la esperanza futurista pensando que habrá una próxima, y los dominicanos seguimos soñando.
Cuando vemos la abultada victoria de la selección femenina 9-0 sobre su similar de Granada el miércoles pasado, volvemos a creer.
Aunque podemos disfrutar ese triunfo, debemos mantener los pies en la tierra y no pensar que ya se logró el objetivo. Por el contrario aún faltan las rivales más poderosas.
Los próximos compromisos de las chicas serán este sábado en Islas Caimán y en abril se verán las caras con Bermudas y Jamaica, tomando en cuenta que esta última ya vivió la experiencia, y que solo un equipo puede avanzar.
Expertos en la materia aseguran que son esas jovencitas las que por primera vez pisarán el terreno de un mundial representando nuestro país. Otros dicen que será en un mundial juvenil donde por primera vez suene el himno dominicano.
Lo cierto es que el camino es largo y difícil, pero que ese triunfo mencionado nos vuelve a colocar en ese terreno del cual no quisiéramos salir, porque si bien falta mucho por recorrer, se ha avanzado mucho más que cuando solo se perdía en esos compromisos regionales.
