Hace unos días, dirigiéndome al sur del país, me detuve en el supermercado más grande de Baní, y veo una niña con apenas tres años, de ojos azules llenos de lágrimas, con sus brazos abiertos mirando hacia todos los lados. Me acerco rápidamente, la tomo de la mano y le pregunto: “¿No encuentras a tus padres?”, a lo que responde que no, solo con un movimiento de cabeza. Trato de calmarla, asegurándole y repitiéndole: “tranquila que vamos a buscar a tus padres”. Su reacción inmediata fue aferrarse a mí, extendiéndome su mano para que la sostenga y buscáramos los padres. En unos momentos, encontramos a sus papás, también preocupados y asustados, porque el poco tiempo, pareció horas para ellos.

Por lo general, tiendo a ilustrar con ejemplos vividos lo que quiero exteriorizar en mis escritos, motivo por el cual los aprovecho para mostrar la facilidad con la que un niño pequeño, en medio de cualquier situación, puede entrar en confianza y sentirse protegido hasta con un extraño. En las últimas semanas, los medios han estado destacando un hecho que, si bien es cierto que se ha dado en todos los tiempos, hoy se da como nunca. Se trata de las violaciones sexuales a niños y niñas. Si esa confianza se establece de un niño con un desconocido de manera tan fácil, como vimos anteriormente, cómo no será entre familiares cercanos, amigos, vecinos, siendo estos quienes, por lo general, resultan ser las personas que ejecutan tan aberrantes conductas.

Tanto padres como tutores deben entender la gravedad de estos actos, cuyas secuelas son terribles, afectando el desarrollo psicológico, con daños casi irreversibles; no negándose ante esta realidad, queriendo apañar dentro de las familias cuando se producen los casos.

Lo importante es evitar que ocurran, tratando, desde pequeños, de enseñarles a cuidar sus cuerpos; evitar que se alejen con personas, solos, pero sobre todo dar la protección y el cuidado adecuado, sacrificando lo que haya que sacrificar, y mantenerse alertar sin importar con quien sea; claro está, sin despertar temores, sino de forma natural.Por favor, cuidemos nuestros pequeños, dependen de nosotros.

Posted in Por tu familiaEtiquetas

Las Más leídas