El cobro en los laboratorios privados sobre las pruebas PCR y antígenos para los viajeros, se ha convertido en el negocio del siglo en República Dominicana para estas empresas, porque a quienes tienen que ir a naciones que las exigen para abordar en los vuelos, las cobran muy caras.
Los aeropuertos se han convertido en generadores extremos de estrés para quienes nos visitan y para los criollos que deben salir al exterior, porque los horarios se convierten en su peor pesadilla.
La prueba de antígenos es gratis para todo el mundo, pero los laboratorios privados cobran 2100 pesos por cada una y, ahora con la reducción del horario de validez, los viajeros sufren lo indecible, mientras el negocio aguarda con empleados afables, como reales cazadores en espera de las víctimas.
No sabemos de quién es la culpa, quién se beneficia en la intermediación ni nos oponemos a que los negocios crezcan, pero es un abuso que personas, que tampoco son bien informadas, paguen por los platos rotos.
Alguien tiene que controlar el procedimiento tanto de las líneas aéreas como de esos laboratorios, porque por situaciones que pueden preverse mucha gente pierde los vuelos con consecuencias inimaginables a veces.
En ocasiones, hasta por el atraso de un vuelo se pierde el plazo de las 24 horas, pero el costo de hacerse obligatoriamente de nuevo la prueba corre por el pasajero, haciendo cada vez más elevado el coste del viaje.
Las autoridades dominicanas, incluso el Ministerio de Salud y Aeronáutica Civil, como las propias líneas aéreas, deben mejorar el panorama que le está creando una imagen negativa al país, sin que el erario se beneficie con un centavo de este gran negocio privado.
Cobrar 2100 pesos por una prueba de Antígenos, es alto oneroso y, al final, extranjeros y criollos se desahogan maldiciendo al país y al Gobierno. Es tiempo de detener este abuso y permitir que el viajar desde cualquier terminal del país sea placentero y no un parto forzoso. Pónganse las pilas.
