República Dominicana, sus autoridades y la mayoría de los ciudadanos, requieren ahora del apoyo decidido de sus mejores hombres y mujeres, para salir delante de la crisis causada por la pandemia generada por el covid-19 y de otros problemas que requieren especial atención.
Ahora que el Gobierno del presidente Luis Abinader pone en carpeta su vocación, decisión y voluntad política, los ciudadanos más conscientes tienen el compromiso de trabajar, para que las acciones de interés y las obras de mayor valor para el porvenir y las garantías de las generaciones venideras, sean ejecutadas en ese mismo tenor.
La salud, educación, medio ambiente, vivienda, agua, seguridad ciudadana, alimentos y la generación de empleos suficientes para que la población retome el sendero de la producción de riquezas y el sustento de las familias, como garantía de una mejor sociedad y el regreso de la alegría a cada dominicano, es nuestro compromiso.
Cuidando lo que hay, reclamando en justicia lo que necesitamos es la mejor forma de convivencia, tener un buen país y vivir en armonía con cada ser humano que habita en este territorio legado por Dios para las mejores causas.
Este país tiene de todo y puede brindar al resto del mundo parte de sus privilegios como es el caso de las grandes ofertas turísticas, la dulzura de la gente, la calidad de lo que aquí se produce y una naturaleza hermosa que debemos preservar y cuidar con celos, para que las manos depredadoras no la sigan
destruyendo.
El orden lleva a la paz que abre espacio a que el amor se exprese en todas sus dimensiones y la gente pueda volver a vivir segura, reír, cantar, soñar y disfrutar de cada pedacito de este territorio, en plena libertad, sin ningún miedo.
Recobremos el espacio perdido saliendo al frente con decisión y arrojo, ante cualquier intento por dañarnos. Abramos los brazos y nuestros corazones para crear conciencia entendiendo que la patria es de todos. ¡Adelante!
