Amar es el mayor acto de fe de un ser humano hacia otro, hoy poder amar es un triunfo, saber amar una bendición, y amar con libertad es la felicidad, pero cuando el amor se va, la libertad se convierte en soledad, la felicidad en frialdad y el recuerdo en refugio. El amor no desconoce los riesgos, aun así todo lo cree, por tanto puede superarlo todo, de allí que los sinceros amen con alegría y los rechazados con fingimiento, los nobles con paciencia y los celosos con preocupación, los sabios con libertad y los necios con austeridad, los egoístas con posesión y los maduros con pasión, los traicionados con cautela y los atrevidos con valor. El que ama bien puede perder algo de tiempo, pero nunca el norte.