No siempre podremos elegir lo que viviremos, cantidad de circunstancias nos desplazan impidiéndonos alcanzar esa posibilidad, sin embargo podemos confiar a Dios lo invisible, lo inesperado y lo impredecible, podemos poner nuestra fe sobre futuros eventos sean buenos o no tan buenos y con anticipación bendecir nuestro acontecer. El salmista dijo que “el bien y la misericordia le seguirían todos os días de su vida, hasta el fin”, que declaración poderosa! ¿Hoy es uno de esos días en los que anticipas situaciones adversas, tus posibilidades y expectativas no se ven muy bien? Pues con más razón tu fe debe enfocarse en aquel que torna todas las cosas para bien, interviene poderosamente , no nos deja solos ni llega tarde, aunque no comprendas la manera, su mano llega oportunamente y contra corriente!