Soy de esas que nose sienten cómodas en ningún ring, pelear no es lo mío, pero he tenido que hacerlo y aprendí que no siempre podremos ser selectivos con nuestras batallas, o das la cara o te anulan, te acribillan y te eliminan por completo. Aunque me identifico con los pacificadores, he tenido que enfrentarme a mis temores, mis peores enemigos, a mis limitaciones y a terribles gigantes. Antes temblaba, ahora cruzo la línea coronada de fe y empuñando triunfos. Todo, luego de entender que el Omnipotente es todo lo que necesitamos. Tus miedos siempre serán mayores que tus riesgos, y tus enemigos menores que tu defensor y aunque la mejor pelea es la que no se tiene, la mayor victoria es la que obtuvimos orando, creyendo y confiando.

Posted in Rosas para el alma

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas