Tal vez no tienes todavía a alguien a quien hacer​le​ tu postre favorito, o con quien mirar tu emocionante colección de películas, quizás no tienes los recursos para dar vida a esa idea que producirá el sustento de tu futuro; tampoco tienes las palabras exactas para pedir perdón o el valor para decir “te amo” a ese corazón; como sea, es frustrante. Pero sí tienes a Dios a tu favor, solo debes decidirte y actuar. Él es tu apoyo, tu primer y mayor recurso en el curso de tu vida, es tu triunfo seguro.

Cuando Dios ha decidido acompañarte y bendecirte, avanza ¡Es hora de triunfar! No dejes que lo que no tienes, te desenfoque de aquello que si tienes ¡Con eso comenzarás! ¡Dios es suficiente!

Posted in Rosas para el alma

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