La grandeza comienza en el interior, la mayor renovación y revolución ocurre cuando nos exponemos a oir y alimentarnos espiritualmente de la palabra de Dios. Atender tu esencia es tu mayor acierto, luego limpiar tu corazón y por último arrepentirte de lo que nunca debió ser, o suceder. Tu punto de partida debe estar marcado en el corazón y tu ruta en la mente. Arrepentimiento es borrar, reconocer y aborrecer lo malo. El arrepentimiento consiste en volverse a Dios por completo y cambiar la mentalidad… Es un giro de 360 grados, 180 mirando diferente y los otros 180 mirando lo que Dios requiere que veas. La manera más poderosa de vencer a tu adversario es renovar tu mente. Si soy salvo pero sigo pensando y entendiendo igual, necesito ser rescatado.