Los grandes finales en Dios suelen producirse con inusuales comienzos. Dios sabe cómo poner una insatisfacción santa para crear en nosotros una necesidad divina, que solamente es llenada a través de una búsqueda revolucionaria, vía que te llevará a ese nivel extraordinario diseñado para tu bendición. Lo que Dios inicia lo concluye. Es alfa y omega, las dimensiones, las estaciones, son su designio. Esa pasión que ha surgido en tu interior, no es más que el empuje divino para saltar fronteras, ignorar abismos y extender las alas. Te llevará a sus alturas, donde los ruidos callejeros se pierden y se deshacen los ecos convulsos. Entonces sobre el silbido de los vientos se impondrá la resonancia de las cuerdas del corazón, comandos fieles de su promesa para ti.

Posted in Rosas para el alma

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas