Deberíamos tomar en cuenta seriamente que antes de la promoción no llega la provisión sino la prueba. Y de momento llegan adversidades sin advertencia alguna, pero que requieren encontrarse con un carácter maduro, preparado, puro y sujeto a la voluntad de Dios. Quizá tengas que confrontarte o confrontar a otros en vez de simplemente buscar la salida. ¿Por qué esa salida suele ser una mentira cuando sabemos que la verdad es poderosa? Porque tememos no ser comprendidos, que se rompan relaciones débiles o intereses vayan a la quiebra en el momento menos indicado. ¿Agradarás a Dios o a ti mismo? ¿Temerás a los hombres o servirás a Dios sin intimidarte? Saúl cuestionó la estrategia militar de Dios y fue blando con Amalec, David temió a Dios y el mundo tembló.

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