El año termina con desafortunado registro de muertes por dengue que puso en tela de juicio la estrategia aplicada
El año 2023 cierra con tareas pendientes en materia de la calidad y modernización de las prestaciones de servicios de salud, en la mejora de la infraestructura hospitalaria y en la añorada implementación de la atención primaria.
Esta cuenta regresiva hacia el 2024, concluirá con un desafortunado registro de fallecimientos por un brote de dengue que puso en tela de juicio la estrategia implementada en el manejo epidemiológico y en las campañas de promoción y prevención.
Así como el surgimiento en el sur del país de algunos casos de cólera, enfermedad considerada una amenaza de salud pública por organismos internacionales, asociada a países de bajo nivel de desarrollo con alta insalubridad y acceso inadecuado a agua potable. Un hecho de triste recordación, y que cada cierto tiempo reaparece como un mal incurable, es la espantosa cifra de muerte neonatal en un corto período.
Esto sumado, a la falta de una política efectiva de disposición de material biológico hospitalario, situación que el pasado cuatro de octubre tocó las fibras más sensibles con la aparición de seis cadáveres de recién nacidos que fueron abandonados en la entrada del cementerio Cristo Salvador.
Este balance denota que en cuanto a indicadores de salud y calidad de vida de los dominicanos hay poco que celebrar. No obstante, en la recta final del 2023 un aliciente vino a aligerar la carga económica de los afiliados del seguro familiar de salud del régimen contributivo.
Nos referimos a la resolución 581-03 del Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS) que, esencialmente, incrementa de RD$8,000.00 a RD$12,000.00 la cobertura de medicamentos ambulatorios por afiliado por año, y aprueba 70 nuevos procedimientos. En vista de que la población infantil fue uno de los grupos más afectados por distintos virus con un cúmulo de casos que abarrotaron hospitales pediátricos de referencia, la presidenta de la Sociedad Dominicana de Pediatría, Rosa Acevedo, pondera lo sucedido en entrevista especial para elCaribe.
Desde sus roles, a veces antagónicos, el presidente de la Asociación Dominicana de Administradoras de Riesgos de Salud (Adars), José Manuel Vargas; y el saliente titular del Colegio Médico Dominicano (CMD), Senén Caba, pasan balance e identifican los puntos de mayor debilidad por considerar.
Faltó prevención
Desde la óptica de Senén Caba, hasta hace poco presidente del gremio médico, “la salud no ha sido el punto más luminoso de esta gestión de gobierno”.
Al evaluar el abordaje en salud preventiva, afirmó que la población sigue huérfana de un sistema que eduque y que prevenga enfermedades.
“Todavía los dominicanos seguimos bajo la férula de enfermedades prevenibles como el dengue, la leptospira, paludismo y muchísimos virus respiratorios que debiéramos enfrentar de una manera más efectiva, pero la ausencia de política y de escasa inversión en atención primaria y en salud nos tiene en esa situación”, argumentó el galeno.
Manejo epidemiológico
Y es justo a esta carencia en términos de prevención que el connotado doctor atribuye el brote de dengue, que en lo que va de año supera los 22 mil casos con 23 fallecimientos por esta causa.
“Los hospitales se rebosaron, murieron muchos niños, perdimos adolescentes. Cosas que se pudieron haber evitado con promoción, prevención, educación a la población, abatiendo criaderos, integrando a otros sectores de la sociedad, con promotores eficientes y eficaces que lleven esa educación a las casas”, reclamó.
Al referirse a otras enfermedades que se creían controladas, mencionó el reporte de Salud Pública en la primera semana de este mes, de 33 personas que dieron positivo a cólera en las comunidades de La Ciénaga y Bahoruco de la provincia Barahona. Pero la voz de alerta de los lugareños que denunciaban un brote diarreico circulaba desde mediados de octubre, preocupación que en su momento fue apagada por Salud Pública al negar en ese entonces la existencia de contagios.
Aumento de enfermedades inmunoprevenibles
De acuerdo con la presidenta de la Sociedad Dominicana de Pediatría, Rosa Acevedo, este año pospandémico muestra un aumento de casos de enfermedades inmunoprevenibles ( que pueden prevenirse con el uso de las vacunas).
Asimismo, registra un incremento de casos de virosis y otras afecciones que de hecho exhiben un cambio en su frecuencia y severidad en algunos grupos de edad. Puntualmente, destacó un alza en atenciones de difteria y tosferina. No obstante, dice que gran parte los aportan los casos importados.
Al evaluar el brote de dengue que mantiene al país en una situación de alerta sostenida, con una alta incidencia en niños y adolescentes, la calificó como la epidemia más importante no solamente en nuestro país, sino en toda la región.
Sin embargo, sostiene que se pudo haber estado en mejores condiciones desde el punto de vista de calidad de la atención, si se hubiese trabajado más en la prevención, a razón de que la Organización Panamericana de la Salud con antelación advertía que sería un año muy difícil en cuanto al dengue, por ciertas condiciones climáticas y el fenómeno del Niño.
“Realmente superó las expectativas en cuanto a la gravedad de la situación”, afirmó. En tal sentido, recomienda trabajar la prevención durante todo el año a través de campañas comunitarias, fortalecer la capacitación de los médicos y arreciar las intervenciones de cara al saneamiento ambiental, que apunten a la eliminación de los criaderos de mosquitos.
“Eso podría alivianar la situación para los años venideros, además de explorar otras estrategias de prevención de tipo biológico que han dado resultado en otros lugares de esta región y del mundo”, exhortó.
Como puntos pendientes en el ámbito de políticas públicas, la especialista citó la necesidad de que se aprueben tres leyes. Entre estas, la de vacunación, que dice vendría a ofrecer los recursos económicos para cubrir la necesidad de vacunas tanto en la niñez como a lo largo de todas las etapas de la vida.
Por igual, resaltó la importancia de que el país pueda contar pronto con una ley de Tamizaje Neonatal y la de Etiquetado Frontal de Alimentos.
Atención primaria no puede esperar
Otra voz que se suma al pedido de la implementación de la atención primaria con énfasis en la prevención es la del presidente de la Adars, José Manuel Vargas. “Este es un sistema dinámico y nosotros seguimos luchando por que sea preventivo y para ello es necesaria, y todo el mundo lo admite, hasta el propio presidente de la República, la implementación de la atención primaria es una necesidad que va a abaratar el costo de bolsillo de los afiliados y va a dar mayor beneficio a la población”, consideró.
Al ponderar los atributos del referido nivel de atención, explicó que se estaría frente a un sistema preventivo que promueve la salud, y que se considera como una tarea pendiente que debe ser realizada en este nuevo año.
“Este ha sido un año difícil en salud, por los problemas que seguimos sufriendo, por el Covid19, el dengue ha sido una epidemia que ha afectado muy fuertemente a la población, las inundaciones han ocasionados inconvenientes de salud con otras enfermedades derivadas de esa situación como son la malaria y muchas infecciones respiratorios”, puntualizó el presidente de Adars.
En este punto coincide con el pasado titular del Colegio Médico Dominicano, Senén Caba, quien reclama que “debe de una vez y por todas atenderse a la atención primaria, y que además incluya la colocación de médicos en las escuelas y en los barrios”.
Hospitales carenciados
Al dar una mirada a los servicios de salud y la calidad de las estructuras de los centros hospitalarios, el dirigente médico criticó con vehemencia tanto la administración actual como la pasada.
“El país fue víctima en el gobierno anterior del desmantelamiento de casi 60 grandes hospitales en cabecera de provincias. Este Gobierno, si bien en algunos hospitales ha hecho algo y ha construido áreas importantes como en el Billini, y en laCiudad Sanitaria, el hecho es que todavía esos hospitales están pasando la de Caín”, sostuvo.
El galeno, con experiencia en gestión de servicios de salud, rechazó que la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar aún no esté operando en su totalidad y que el Hospital Docente Padre Billini todavía tenga un área de emergencia sin terminar. “Usted se va a la frontera y comienza desde Dajabón por el Hospital Ramón Matías Mella, en pésimas condiciones y los hospitales de Partido. En fin, tenemos un número de camas reducido, hospitales en condiciones carenciadas en términos de medicamentos, insumos y equipos”, aseguró.
Resaltan avances en cobertura y alimentación
Entre las mejoras que podría exhibir este año en materia de salud, el presidente de la Asociación Dominicana de Administradoras de Riesgos de Salud (Adars) citó varias resoluciones, producto del consenso de los sectores representados en el Consejo Nacional de Seguridad Social. Estas decisiones llevaron al incremento de algunas coberturas en los catálogos de prestación.
“En lo que respecta al sistema dominicano de seguridad social, yo creo que se está avanzando y ha habido más conciencia de los propios afiliados, que tienen más conocimiento de sus derechos y de sus deberes”, manifestó José Manuel Vargas.
No obstante, puntualizó que hace falta el récord único electrónico, para cada afiliado. “En la época de la tecnología es una vergüenza que usted no tenga un récord único electrónico”, subrayó. Pero se mantiene esperanzado en que se implementará, porque ve voluntad en ese sentido.
De su lado, la presidenta de la Sociedad Dominicana de Pediatría, Rosa Acevedo, también resaltó acciones positivas que se materializaron este año como la incorporación de cambios favorables en el Programa de Alimentación Escolar.
También destacó el inicio de la incorporación de guías basadas en sistemas alimentarios en todo el curso de vida. “Ya tenemos el manual inicial y confiamos en que este próximo año vamos a seguir trabajando y a implementarlo no solo a nivel de los médicos, sino de la comunidad”, agregó.
La destacada pediatra no dejó de mencionar la necesidad de fortalecer las estrategias para la promoción y fomento de la lactancia materna, además de una línea de prevención de cara a disminuir la mortalidad infantil. “Esto a través de campañas comunitarias pero que no sean manejadas en el momento en que tenemos el problema, sino como una constante”, planteó.