El ministro de Agricultura cita como problema el limitado acceso al crédito.
Punta Cana.– El ministro de Agricultura, Osmar Benítez, aseguró aquí que debido al limitado acceso a recursos productivos y a la baja articulación para integrarse a las cadenas de valor del sistema agroalimentario, los agricultores enfrentan importantes retos en materia de competitividad, eficiencia de la producción y acceso a los mercados.
Planteó que por ese motivo es primordial la creación y fortalecimiento de mecanismos y estructuras de apoyo organizativo que permitan acceder a mayores oportunidades de desarrollo.
Desde su punto de vista, la colaboración asociativa es imprescindible para abordar los retos de un mundo global y competitivo. «En el contexto dominicano este esquema es necesario además para afrontar los desafíos de un sector agropecuario amenazado por los efectos del cambio climático y la escasez de recursos», apuntó funcionario público.
Benítez se refirió al tema al pronunciar el discurso de apertura del XX Encuentro Nacional de Líderes del Sector Agropecuario. Su exposición la tituló como “La asociatividad en el sistema agroalimentario dominicano, lecciones y desafíos”. La actividad se desarrolla en el Hotel Meliá Caribe Beach Resort, Punta Cana (al Este de República Dominicana).
Participan integrantes de la JAD, servidores del sector público agropecuario, invitados especiales, investigadores, productores agropecuarios y miembros de la prensa.
«Este tema es de suma importancia para nuestro país, por constituir una vía de cooperación fundamental para lograr la mejora productiva y competitividad de la actividad agrícola, garantizar la seguridad alimentaria, y elevar la calidad de vida en el campo dominicano», indicó.
Los encuentros de líderes organizados por la JAD son una plataforma de discusión y formulación de propuestas para tratar temas de incidencia para el desarrollo del sector agropecuario. Vienen realizándose hace años.
Se trata de una oportunidad para debatir los retos que enfrentan las asociaciones de productores, compartir conocimientos y experiencias, y proponer mejoras para continuar con el fortalecimiento de las zonas rurales del país.
«La agricultura en República Dominicana se caracteriza por estar compuesta mayoritariamente de pequeños y medianos agricultores. Un 70.8% de las unidades de producción agrícolas y un 57.5% de las unidades de producción pecuarias cuentan con una extensión de menos de 50 tareas, según calcula el ministro», sostuvo.
Y agregó que -a pesar de sus dimensiones- los productores logran realizar significativos aportes a la seguridad alimentaria, crecimiento económico, creación de empleos y generación de bienestar.
En esa parte de su ponencia citó que el sector agropecuario local provee más del 85% de los alimentos básicos que demanda la población. Los datos que maneja indican que también raliza un significativo aporte a la economía del país, que en el 2018, por ejemplo, ascendió a RD$218 mil millones de valor agregado al Producto Interno Bruto (PIB).
Los datos oficiales indican que las exportaciones agropecuarias superan los US$2,219 millones.
«El sector agropecuario ha logrado establecerse como la tercera fuente de mayor generación de empleos en el país, con más de 400 mil creados anualmente, indican las informaciones suministradas
«De forma colectiva, los productores pueden beneficiarse de economías de escala por medio de un mayor poder de negociación frente a proveedores, intermediarios y consumidores. Además, pueden lograr un mejor acceso a recursos de financiamiento, tecnologías e información, y lograr mayor penetración en los mercados.
Benítez sostuvo que la asociatividad ha tenido un importante crecimiento a nivel internacional. Dijo que se estima que 12% de la población del planeta es miembro de una cooperativa, y que estas generan alrededor del 10% del empleo y el 15% del producto interno bruto mundial.
«En Canadá cuatro de cada 10 personas son socias de una cooperativa. En Japón y Noruega una de cada 3 familias es cooperativista. En Kenia es una de cada 5 personas y en Singapur los cooperativistas representan la tercera parte de su población. En Francia, el 50% de los agricultores pertenece a una cooperativa, y en Estados Unidos el 30%. En Polonia las cooperativas producen el 75% de la producción láctea, y en Noruega el 99%», apuntó.
Calculó que en América Latina más del 45% de los alimentos son producidos bajo la estructura de cooperativas. En Perú se estima que más del 70% de las exportaciones de cacao provienen de cooperativas. En Brasil, las cooperativas son responsables de un 40% del PIB agrícola y el 6% de las exportaciones de agronegocios.
En Costa Rica son responsables de más del 40% de la producción de café. En Uruguay producen el 90% de la leche y alrededor del 30% de la miel y el trigo.
Otro aspecto
En otra parte de su ponencia resaltó que el crecimiento del número de cooperativas en la República Dominicana en los últimos años le sigue los pasos al desarrollo de las organizaciones cooperativas a nivel internacional.
«El Estado Dominicano ha asumido el compromiso de promover la asociatividad como una estrategia fundamental para lograr las metas de elevar productividad, competitividad, sostenibilidad ambiental y financiera de las cadenas agroproductivas, a fin de contribuir a la seguridad alimentaria, aprovechar el potencial exportador y generar empleo e ingresos para la población rural, según se establece en la Estrategia Nacional de Desarrollo», indico.
Aseguró que ese compromiso se ve reflejado en los 10 pilares de desarrollo de la producción agropecuaria, a través de los cuales se ejecutan iniciativas dirigidas a incrementar los niveles de producción, incentivar la transformación tecnológica, facilitar la iniciativa empresarial rural, motivar la orientación a la exportación agropecuaria y aumentar los niveles de productividad y eficiencia de las asociaciones de productores.
Según Benítez, el apoyo a la asociatividad también ha repercutido en la producción orientada a las exportaciones, siendo beneficiados productores de vegetales orientales, aguacate, piña, lechosa, pulpa de zapote, pitahaya, banano, limón, miel, filete de tilapia, pulpa de chinola, jengibre y otros rubros que cuentan con la existencia de políticas públicas que les apoyan para superar sus principales limitaciones productivas o de acceso a mercados internacionales.
Estos y otros avances han sido posibles a través de la incorporación en el último año de 248 nuevas cooperativas, de las cuales 150 fueron constituidas como cooperativas agrícolas. De esta forma, la iniciativa del Presidente Danilo Medina crea conciencia de la importancia de la asociatividad para desarrollar el potencial de los proyectos rurales, lograr una verdadera transformación del aparato productivo y acceder a más mercados y oportunidades de exportación.
Las cifras que citó Benítez sugieren que la política extendida de fomento a la asociatividad del gobierno nacional ha posibilitado además la incorporación de un total 417 nuevas cooperativas en el periodo 2012-2019 por el Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (IDECOOP), pasando de 670 cooperativas en el año 2012 a 1,087 cooperativas para el 2019 con un aumento del 62%.
«La mayor parte de las nuevas cooperativas han sido formadas como parte de iniciativas de visita sorpresa, y fomento a las Mipymes de pequeños y medianos empresarios. Estas cooperativas suman en su conjunto más de 2 millones de socios a nivel nacional», dijo Benítez, en un discurso pronunciado la tarde del miércoles.
Y agregó que las experiencias de éxito presentadas evidencian que la asociatividad es un elemento fundamental, sino el más importante para lograr resultados positivos para la pequeña y mediana producción.
Sobre el tema de la asociatividad, el ministro administrativo de la Presidencia de la República, José Ramón Peralta, en un aparte que hizo en la actividad, dijo que la única manera de los pequeños productores poder competir con eficiencia y productividad con los grandes es a través de la asociatividad.
