El factor externo se mantiene como la principal incógnita a despejar por la economía dominicana en sus proyecciones de crecimiento. Las causas de incertidumbre persisten aunque varían y giran en torno al comportamiento del precio del petróleo.
Los mercados internacionales continúan asumiendo y cediendo causas de tensiones. Las bolsas internacionales se caen y se recuperan según los momentos y las circunstancias. A principio de año 2020 el agravamiento del conflicto entre Estados Unidos e Irán, por la muerte del principal jefe militar iraní, disparó el precio del petróleo, llevando el costo del barril del oro negro a superar los US$70.00, un nivel que para la economía dominicana, de haberse mantenido, habría sido catastrófico, pues el presupuesto del eje4rcicio corriente fue diseñado tomando como referencia un costo promedio de US$59.10.
Petróleo menos fiero
Los temores de un petróleo alto por el conflicto en el Medio Oriente se han ido disipando y los precios del crudo, con altas y bajas, rondan los US$52.00, un nivel que para el caso dominicano representa una “ganancia de estimación”. Pero los temores no han desaparecido de los mercados internacionales, uno de cuyos principales elementos cotizables es el petróleo. El lunes, las bolsas reaccionaron en baja por el tema del coronavirus surgido en China, que ya ha causado al menos 170 muertos, y con presencia en diferentes países, incluyendo a EU.
La volatilidad de los mercados ha sido muy pronunciada en los primeros días del recién iniciado año 2020, pues a las tradicionales causas de nerviosismo— precio del crudo, guerra comercial entre Estados Unidos y China y tasas de interés impactada por la política monetaria de la Reserva Federal—ahora se le agrega el componente de un virus surgido en la segunda mayor economía mundial, que el pasado lunes afectó las principales bolsas mundiales, incluida la de Nueva York.
En el reciente informe que el Banco Central ofreció sobre el crecimiento de 5.1% de la economía dominicana en el 2019, se destaca que el año recién transcurrido estuvo caracterizado por un entorno internacional convulso asociado a tensiones sociopolíticas y disputas comerciales entre las principales economías a nivel internacional, que indujeron una desaceleración sincronizada en la actividad económica en la mayoría de los países, motivando la implementación de medidas de flexibilización monetaria por parte de los bancos centrales, incluyendo reducciones en las tasas de interés de política monetaria.
Alza del oro y baja del crudo compensaron
El comportamiento favorable del sector externo durante el 2019, según el Banco Central, se explica por un aumento en las exportaciones nacionales, principalmente de oro; por una moderación en los precios internacionales del petróleo y por un aumento significativo de las remesas, factores que compensaron, en gran medida, los menores ingresos del sector turismo, afectado por la difusión de noticias negativas en medios internacionales.
