Con la presencia del presidente de la República, Luis Abinader, el gobernador del Banco Central de la República Dominicana, Héctor Albizu, dio apertura al tercer Congreso Latinoamericano de Banca Sostenible e Inclusiva de FELABAN, desarollado en las instalaciones del hotel Jaragua.

Durante las palabras de bienvenida, Albizu, destacó la importancia de la colaboración regional para avanzar en la sostenibilidad e inclusión financiera.

En el ámbito nacional, resaltó el lanzamiento de la Guía Práctica para la Emisión de Bonos Temáticos y la emisión del primer Bono Verde por el gobierno dominicano como pasos significativos hacia una economía más sostenible.

“En el caso particular de la República Dominicana, el lanzamiento de la Guía Práctica para la Emisión de Bonos Temáticos que se realizará en este Congreso, es evidencia de una creciente lista de iniciativas públicas y privadas tendentes a la sostenibilidad. Estas incluyen, por citar algunas, la elaboración de la Taxonomía Verde para República Dominicana, así como la emisión en 2024 del primer Bono Verde por parte del Gobierno dominicano encabezado por nuestro presidente de la República, Luis Abinader Corona, promotor por excelencia de la comprobada capacidad de resiliencia de nuestro país”, dijo.

El gobernador también dijo que la fortaleza del sistema financiero dominicano, con bajos niveles de morosidad y una sólida solvencia, lo que le permite afrontar los desafíos y apoyar la transición hacia una economía más verde e inclusiva.

Mencionó el acuerdo de cooperación técnica para fortalecer la capacidad del país en la gestión de riesgos climáticos.

Discurso íntegro

Discurso del Señor Gobernador Héctor Valdez Albizu

Apertura del III Congreso Latinoamericano de Banca Sostenible e Inclusiva de FELABAN

Santo Domingo, 14 de mayo de 2025

Excelentísimo Señor Luis Abinader Corona, Presidente Constitucional de la República; Señor Raúl Guizado Novey, Presidente de la Federación Latinoamericana de Bancos; Señora Rosanna Ruíz, Presidenta de la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana; Señor Alexandre Tombini, Representante Jefe para las Américas del Banco Internacional de Pagos; Señor Alejandro Fernández, Superintendente de Bancos de la República Dominicana;

Distinguidos presidentes de bancos y delegaciones bancarias de América Latina y la República Dominicana;

Estimados representantes de organismos internacionales, multilaterales y autoridades nacionales;

Señoras y señores:

Sirvan mis palabras iniciales para darles la más cordial bienvenida a la apertura del III Congreso Latinoamericano de Banca Sostenible e Inclusiva de la Federación Latinoamericana de Bancos. La República Dominicana se enorgullece de ser, por primera vez, sede oficial de este importante congreso, con la Asociación de Bancos Múltiples como institución anfitriona de nuestro país.

Como ustedes conocen, lograr la sostenibilidad no es un tema nuevo en la región latinoamericana, sino que es un concepto que ha experimentado transformaciones en el alcance de su significado y accionar en materia de política económica.

Desde la década perdida de los ochenta, nuestra región debió superar los retos de sostenibilidad en materia fiscal y manejo de la deuda externa, para luego adentrarse en las reformas monetarias y financieras que afianzaron las autonomías de los bancos centrales y establecieron los cimientos de la estabilidad macroeconómica que disfrutamos hoy en día.

Posteriormente, ya más adentrados en el nuevo milenio, la sostenibilidad tomó forma bajo los conceptos de la estabilidad financiera y la perspectiva macroprudencial. Nuestros sistemas financieros iniciaron una convergencia hacia nuevos y mejores requerimientos regulatorios que fortalecieron la industria bancaria regional y nos permitieron superar con éxito y holgura la crisis financiera internacional de 2008 y 2009.

Sin embargo, la creciente incidencia de eventos extremos del clima que nos han afectado a todos de forma transversal, con impacto particularmente negativo sobre el normal funcionamiento de nuestras economías, han ampliado las ideas de sostenibilidad para incorporar la necesaria resiliencia climática e inclusividad de los sistemas financieros de la región, con un enfoque de preservación del medio ambiente.

Sobre todo, hemos entendido que esta es una tarea que, por su complejidad y alcance, nos reitera la importancia capital del trabajo mancomunado para lograr sistemas financieros coordinados y armonizados, que canalicen flujos de capitales en toda la región, orientados a impulsar la sostenibilidad y la inclusión financiera de nuestras economías.

Como muestra de la importancia de la acción conjunta, iniciativas como la firma de la Declaración de Santo Domingo, que tendrá lugar en el marco de este Congreso, representan un hito en el compromiso de los bancos latinoamericanos para acelerar la transición hacia modelos financieros más sostenibles e inclusivos y será uno de los legados más importantes de este evento.

En el caso particular de la República Dominicana, el lanzamiento de la Guía Práctica para la Emisión de Bonos Temáticos que se realizará en este Congreso, es evidencia de una creciente lista de iniciativas públicas y privadas tendentes a la sostenibilidad. Estas incluyen, por citar algunas, la elaboración de la Taxonomía Verde para República Dominicana, así como la emisión en 2024 del primer Bono Verde por parte del Gobierno dominicano encabezado por nuestro Presidente de la República, Excelentísimo Señor Luis Abinader Corona, promotor por excelencia de la comprobada capacidad de resiliencia de nuestro país.

En ese mismo orden, quisiera destacar que, en agosto de 2024, el Banco Central de la República Dominicana suscribió, junto al Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo y la Agencia Francesa de Desarrollo, un acuerdo de cooperación técnica no reembolsable con fondos de la Unión Europea por 500 mil euros. Con este proyecto, que actualmente se adentra hacia su fase de licitación, fortaleceremos las capacidades interinstitucionales de nuestro país para estimar los impactos económicos de los choques climáticos y el diseño de regulaciones financieras para la mitigación y adaptación a estos riesgos.

En ese tenor, quisiera que me permitan un paréntesis para enfatizar la fortaleza de nuestro sistema financiero dominicano con algunas cifras. Al cierre de marzo de 2025, la morosidad de los bancos múltiples registró apenas un 1.6%, con una cobertura de créditos vencidos de 195.1%, es decir, provisiones cercanas a duplicar el monto de préstamos en mora.

A su vez, a marzo de 2025, la banca múltiple alcanzó una rentabilidad sobre el activo (ROA) de 2.8%, en tanto que la rentabilidad sobre el patrimonio (ROE) fue de 24.8%, es decir, utilidades de unos RD$25 pesos por cada RD$100 pesos de patrimonio, garantizando una generación de capital suficiente para lograr una solvencia regulatoria de 16.0%, superior al 10% mínimo requerido por la Ley Monetaria y Financiera.

Según los ejercicios de pruebas de estrés que realizamos desde el Banco Central, el sistema financiero mantiene excedentes patrimoniales que, ante la ocurrencia de un fenómeno extremo del clima, como es el caso de un huracán categoría 3 o superior, le permitiría mantener un índice de solvencia mayor al requerido mínimo de 10% y recuperarse gradualmente hasta volver a su valor original, reiterando la capacidad de recuperación del sistema financiero dominicano.

Estos elementos explican cómo el sistema financiero dominicano ha conservado, ya por 20 años, una trayectoria de crecimiento sostenido en sus créditos, inversiones y captaciones, sobre bases robustas de expansión constante de sus recursos patrimoniales, capacidad técnica de vanguardia y excelencia operativa a la par de los mayores mercados financieros globales.

Estimados amigos, ya alcanzando el término de estas palabras de bienvenida, quiero recordarles que, en materia de sostenibilidad e inclusión financiera, las políticas que debemos diseñar tienen, con frecuencia, un rostro femenino.

Habitualmente, los efectos más adversos de los fenómenos extremos del clima tienden a recaer sobre mujeres emprendedoras, lo que nos convoca a dedicar un esfuerzo especial para este importante segmento de nuestra economía. A febrero de 2025, según datos de la Superintendencia de Bancos, el crédito femenino representa el 39.8% del total de créditos, con un monto promedio de RD$132 mil pesos, inferior en comparación al balance promedio de RD$183 mil pesos que recibe un deudor masculino.

En tal sentido, quisiera invitar a su participación activa en las sesiones especiales que este Congreso ha programado para el WE Finance Code, una iniciativa pionera para la inclusión financiera de las mujeres empresarias. Nos enorgullece señalar que la República Dominicana fue el primer país en implementarla formalmente, marcando pauta en la promoción del acceso al financiamiento para nuestras mujeres emprendedoras.

Finalmente, desde la perspectiva de un banco central, la importancia de la sostenibilidad radica en que permita dar continuidad a condiciones de fortaleza y resiliencia favorecedoras de la estabilidad financiera, macroeconómica y fiscal, que promuevan el buen desempeño de la economía y de los sectores productivos de la nación, en un círculo virtuoso que impulsa la inclusión y bancarización de los sectores menos favorecidos.

En la actualidad, en que nos convoca un entorno global caracterizado por la incertidumbre proveniente de convulsiones en el ámbito de la geopolítica, políticas arancelarias y disrupción de los vínculos comerciales, la sostenibilidad e inclusividad de los mercados financieros se ha convertido, no solo en un imperativo ético, sino en una ventaja estratégica que nos beneficia a toda la comunidad latinoamericana.

En el caso de la economía dominicana, que por su estabilidad de precios y crecimiento sostenido muestra pilares robustos de estabilidad macroeconómica y fiscal, la sostenibilidad financiera viene a consolidar nuestra probada resiliencia ante escenarios de incertidumbre y nos otorga mayores espacios de política para sortear entornos desafiantes como la coyuntura actual que enfrentamos.

Estoy convencido de que las discusiones y conclusiones que surjan en este Congreso serán sumamente enriquecedoras y fructíferas. Confío en que este encuentro nos permitirá no solo aprender de las mejores prácticas internacionales, sino también fortalecer nuestros lazos y generar nuevos conocimientos que coadyuven a implementar con éxito todo lo aquí acordado, convencido de que así lo haremos por el bien de nuestras naciones latinoamericanas.

Muchas gracias.

Santo Domingo, República Dominicana

14 de mayo de 2025

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