El programa de trazabilidad busca mejorar el desarrollo de planes de control, vacunación y de movilización

De la población bovina que existe en el país, con aretes registrados en el sistema de trazabilidad hay 965,415 bovinos, mientras, con aretes aplicados, incluyendo los que no han sido subidos al sistema oficial, se tienen aproximadamente 970,000 bovinos trazados.

La trazabilidad es la posibilidad de encontrar y seguir el rastro a través de todas las etapas de producción, transformación y distribución de un alimento, un producto o un animal. Es un procedimiento destinado a mejorar la sanidad animal (incluida la zoonosis), y la seguridad sanitaria de los alimentos; ambas dirigidas a acrecentar la eficiencia de las actividades en ámbitos como la gestión de brotes de enfermedades e incidentes relacionados con la seguridad sanitaria de los alimentos, la vigilancia y el control de movilización.

Los objetivos son mejorar la sanidad animal a través de diagnósticos, detección y notificación de enfermedades; mejorar el desarrollo de programas de control y vacunación; prevenir la trasmisión de enfermedades zoonóticas (brucelosis, tuberculosis encefalopatía y espongiforme bovina), y disminuir los robos y contrabando del ganado bovino, explicó ayer el director general de Ganadería, Geovanny Molina, en una visita realizada al periódico elCaribe.

Estuvo acompañado de Luis Sánchez, subdirector de Ganadería, y de Dejelia Gómez, encargada de Campaña Sanitaria.

Rastreabilidad y ovinos enfermos

La trazabilidad consta de tres pilares fundamentales. El primero es el registro de productores y establecimientos, que consiste en el llenado de un formulario con todos los datos pertenecientes a la persona y fincas a registrar. El segundo es la identificación individual del ganado bovino, que consiste en la aplicación de un dispositivo visual de bandera en la oreja izquierda y un botón con radiofrecuencia integrada en la derecha. Y el tercer pilar es el de control de movilización, consistente en el registro que se levanta cada vez que un bovino se traslada o se mueve de un sitio A hasta un sitio B.

La región noroeste es la que tiene mayor número de dispositivos aplicados, aunque como provincia la mayor ha sido La Altagracia. Según estadísticas del subsector ganadero, sujetas esas y otras cifras a revisión cuando se pueda realizar un censo agropecuario nacional que está en atraso, el país posee alrededor de 2.5 millones de cabezas de ganado.

El director de Ganadería aprovechó el encuentro de ayer para advertir que no doblegará el pulso frente a la misión que le corresponde, de proteger la producción pecuaria del país, apegada siempre a aspectos puramente técnicos, de normas y de protocolos existentes. Hizo la advertencia, a propósito de una negativa e interesada campaña que, según él, se mantiene en plataformas y redes sociales, luego que la institución tomara medidas por unos ovinos enfermos que se pretendía mantener en el país.

“El Gobierno está haciendo un gran trabajo para fomentar la producción de distintas especies y no vamos a permitir que por intereses particulares de otras personas y de importadores se afecte”, indicó. Y enumeró las iniciativas que encamina el organismo, en procura de sumar para el sostén de la seguridad alimentaria dominicana, incluyendo la parte de carne, leche y miel, entre otras áreas.

Geovanny Molina dejó claro que la incautación de 12 ovejos raza Dorper se debió a que de esos animales, importados desde Estados Unidos, siete dieron positivo al virus Lengua Azul. “Y eso quedó claramente determinado en analíticas, tanto realizadas en el Laboratorio Veterinario Central (Lavecen), de República Dominicana, como en el National Veterinary Services Laboratories de Estados Unidos”, informó.

Y agregó que “de un total de 37 animales, que es la cantidad que se importaría a República Dominicana, 23 dieron positivos en el lugar donde estaban, antes de ingresarlos al territorio nacional. Y cuando 12 de esos animales se introdujeron al país, siete dieron positivos a la enfermedad”, expuso.

A nivel local, la población de ovino-caprino ha ido creciendo. Y es precisamente esa producción –y la de otros animales- la que busca proteger la Dirección General de Ganadería con la medida tomada, explicó Molina en el diálogo.

“No se trata de querer hacer maldad a nadie, ni de querer impedir la libertad que tiene la gente de producir ovinos u otros animales, como se ha querido hacer ver, especialmente por plataformas y redes sociales. Las normas sanitarias son normas y no las vamos a violentar bajo ningún concepto. Si un animal no tiene los niveles que se exigen para ingresar al país, no puede ingresar y si ya está en el país tenemos que tomar medidas. Tenemos que proteger la producción animal del país. Es lo mismo que haría cualquier otra nación. Es lo que hemos hecho. ”, advirtió el funcionario.

Dijo que “quienes andan difundiendo noticias falsas a través de programas radiales y cuentas de Instagram y por Youtube, sobre la Dirección General de Ganadería, luego que el organismo tomara la decisión, amparada en pruebas científicas y de laboratorio, y de protocolos y normas sanitarias nacionales e internacionales, deberían decir la verdad sobre las pruebas que se realizaron. Los dueños de los ovinos tienen esas pruebas y saben que dieron positivas y lo saben también las personas que difunden el mensaje de forma distorsionada”, explicó.

Los animales que vienen del exterior tienen que realizar una cuarentena en el país. Fue ahí donde se determinó que los ovejos en cuestión estaban positivos a Lengua Azul, siempre partiendo de lo informado a este diario por Ganadería.

Es una enfermedad que no está en este territorio

Los funcionarios de Ganadería explicaron que Lengua Azul es una enfermedad viral que no está presente a nivel local. “No podemos exponer a la población animal, solo por aceptar los citados ovejos enfermos. Es un tema sanitario”, indicaron. Lengua azul no se transmite a humanos, pero sí se transmite a través de vectores, como mosquitos, a otros animales rumiantes, explicó la encargada de Campaña Sanitaria de la Digega. En otro espacio, del diálogo el director Molina resaltó que la apicultura dominicana (actividad dedicada a la crianza de abejas) es sana y reiteró que está prohibida la importación de miel, con el fin de proteger al apicultor local. Ganadería ha entregado 900 núcleos o centros de producción (abeja reina con varios obreros)o desde agosto de 2020.

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