El presidente de la Asociación Nacional de Detallistas de Gasolinas (Anadegas), Juan Elías Pérez, advirtió que el sector atraviesa una de las peores crisis económicas de su historia, y advierte que si no se toman medidas inmediatas, cerca del 70 % de las estaciones de combustibles podría irse a la quiebra.
Pérez explicó en un comunicado que los márgenes de comercialización que reciben los detallistas son “pírricos”, situados entre los 22 y 25 pesos por galón. De esa cantidad deben cubrirse todos los costos operativos: administración de la estación, pago de impuestos, manejo de desechos sólidos y una serie de resoluciones impuestas por los ayuntamientos, muchas de ellas consideradas arbitrarias.
“Somos un sector regulado, no podemos estar sujetos a resoluciones arbitrarias que nos imponen más cargas e impuestos”, manifestó Pérez, y señaló además que solo el cobro por tarjeta de crédito representa entre un 2 % y un 3 % del valor del galón, lo que equivale a cerca de 7 pesos. Esa deducción, advirtió, reduce aun más el margen real disponible para operar.
Según explicó, una estación promedio vende entre 25 mil y 30 mil galones mensuales, lo cual, con los márgenes actuales, hace prácticamente imposible la sostenibilidad del negocio. “Hay estaciones que están perdiendo más de 100 mil pesos al mes. Algunas han tenido que ser traspasadas a compañías distribuidoras porque sus dueños no pueden sostenerlas”, dijo.
Pérez también denunció que las recientes medidas gubernamentales, como los aumentos de salarios, la clasificación de las estaciones como medianas o grandes empresas, y la implementación obligatoria de la facturación electrónica, han agravado aún más la situación.
Dejó claro que los detallistas están dispuestos a reclamar sus derechos, incluso con el cierre de estaciones de servicio si no obtienen respuesta.