Desde Pedernales, lidera un negocio que transformó a base de disciplina, de apoyo comunitario y aprendizajes que le cambiaron la vida; está acostumbrada a trabajar
Efrailina Pérez Carvajal está acostumbrada a emprender y no le gusta depender de nadie. Es una mujer capaz de generar sus recursos a base de sacrificio, de alcanzar metas y demostrar que se pueden superar las adversidades. Desde su natal Pedernales ha desarrollado una tienda de ropa y calzado que se ha convertido en su principal fuente de ingresos.
Su historia deja ver claramente lo que significa la constante búsqueda de mejora personal y profesional. Si de ejemplo se trata, ella es uno. Califica para ser considerada una real influencer, especialmente porque trabaja, no aspira a conseguir dinero llevando disparates por el mundo y dañando vidas. Entra en el círculo de aquello positivo que realmente debe promoverse en estos tiempos. Talento le sobra.
Propietaria de Fray Variedades, Efrailina ha sido descrita como una mujer tenaz y decidida, que siempre encuentra maneras de superar los retos y desafíos que se le presentan. Aunque inició su negocio con muchas limitaciones, su capacidad para aprender y adaptarse le permitió transformar un pequeño proyecto en una fuente de estabilidad para su familia.
El punto de inflexión en su trayectoria fue su participación en el programa Mujeres SuperEmprendedoras, una iniciativa diseñada para empoderar a mujeres emprendedoras y ofrecerles herramientas de crecimiento integral. Antes de este programa, uno de los brazos fuertes de Supérate, el negocio de Efrailina era, según sus propias palabras, un caos.
“No tenía una base sólida. Trabajaba día a día, sin un propósito definido. Era como el dicho: el que no sabe para dónde va, ya llegó”, comenta.
Con el acompañamiento del programa, Efrailina logró organizar sus finanzas, establecer metas claras y, sobre todo, integrar el hábito del ahorro en su vida diaria. “Hoy puedo ayudar a familiares que lo necesiten, porque mis ingresos han mejorado y tengo un plan financiero. Incluso estamos trabajando con mi esposo para adquirir nuestra casa propia”, le dice a este periódico.
Pero el impacto de Mujeres SuperEmprendedoras no ha sido solo económico. A través del taller “Conociéndome”, Efrailina descubrió cómo sanar heridas emocionales que arrastraba desde su infancia. Este aprendizaje le permitió abordar de manera más consciente las dinámicas familiares y evitar que patrones negativos se perpetúen en su entorno. “Una mujer sana todo lo que toca florece. Aprendí a mirarme hacia adentro y a identificar las áreas que necesitaban cambiar para no transmitirlas a mi familia”, reflexiona.
Gracias a este proceso, Efrailina no solo es una mejor microempresaria, sino también una mejor persona. Su liderazgo se refleja en la comunidad, donde inspira a otras mujeres a emprender y perseguir sus sueños. “Soy una nueva yo”, afirma con orgullo, atribuyendo esta transformación a su fe, al programa y a su esfuerzo constante.
En la República Dominicana, más del 60% de los microemprendimientos están liderados por mujeres, muchas de las cuales enfrentan barreras como el acceso limitado a financiamiento y formación. Programas como Mujeres SuperEmprendedoras han llenado un vacío histórico al ofrecer apoyo integral, desde educación emocional hasta herramientas de negocio. Esta iniciativa, parte de la estrategia del programa Supérate, busca fomentar la autonomía económica y el empoderamiento de las mujeres.
Supérate es el principal programa de protección social del gobierno dominicano, creado mediante el decreto 377-21. A través de acciones como transferencias monetarias condicionadas, acompañamiento socioeducativo y vinculación con servicios del Estado, trabaja para reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de los hogares más vulnerables. Por lo que presenta Efrailina, todo indica que Supérate va por el sendero correcto. Entre sus componentes se encuentran “Inclusión Económica” y “Supérate Mujer”, orientados a fortalecer capacidades y promover la independencia económica de las familias.
En este contexto, Mujeres SuperEmprendedoras se destaca por su enfoque multidimensional. Más allá de enseñar sobre negocios, ofrece talleres como “Conociéndome”, que ayudan a las participantes a trabajar en su autoestima y salud emocional. Estos elementos, a menudo subestimados, son clave para el éxito de cualquier emprendimiento.
Para Efrailina, la experiencia fue positiva en todos los aspectos. Antes, su negocio no tenía una dirección clara. Ahora, no solo ha mejorado su capacidad para planificar, sino que también se siente más segura como líder de su familia.
“Hoy entiendo que lo que he aprendido no es solo para mí. Es algo que se multiplica en mi comunidad y mi familia, porque he logrado enseñarles lo que significa organización y ahorro”, indica.
Y dice más: “Mi historia no termina aquí. Mis objetivos siguen creciendo, y mi visión de futuro incluye expandir mi tienda y diversificar la oferta”.
En la plática agrega: “Quiero que mi negocio no sea solo una tienda, sino un lugar donde las personas encuentren productos de calidad y un ejemplo de cómo se pueden hacer las cosas bien”.
El impacto de iniciativas como Mujeres SuperEmprendedoras y Supérate va más allá de lo individual. Estos programas han logrado consolidar redes de apoyo entre mujeres, fortalecen las economías locales y promueven el desarrollo sostenible. Además, permiten a las participantes adquirir herramientas prácticas para enfrentar los retos del mercado, desde la contabilidad básica hasta estrategias de mercadeo.
ABC…
La clave de lo que cosecha es el resultado de su responsabilidad. “Eso suelo definirlo como el ABC de mi vida”, explica.