Los estudios de capacidad de carga turística realizados al Proyecto Turístico Cabo Rojo-Pedernales y a la Zona de Uso Público del Área Nacional de Recreo Bahía de las Águilas, evidencian el compromiso de sostenibilidad planteado por el Fideicomiso Pro-Pedernales y la Dirección de Alianzas Público-Privadas (DGAPP).

Se trata de la primera vez que se realizan estudios integrales de esa naturaleza para el desarrollo de un polo turístico en el país, aseguró ayer el director de la DGAPP, Sigmund Freund.

Lo explicó al hacer la entrega a la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, en su calidad de ministra interina de Medio Ambiente, y al ministro de Turismo, David Collado, de los resultados de los estudios de capacidad de carga turística realizados en Cabo Rojo y Bahía de las Águilas.

Desde el punto de vista de Freund, a raíz de estos estudios de capacidad de carga turística, el Fideicomiso Pro-Pedernales y la DGAPP han acogido favorablemente las recomendaciones sugeridas. Entre ellas figura la “Propuesta de la Estrategia de Manejo y Gestión Ambiental y Social, la solicitud al Ministerio de Medio Ambiente para el establecimiento de un acuerdo de co-manejo de la zona de uso público de Bahía de las Águilas bajo la modalidad de manejo de territorio y el borrador del Reglamento de uso público para Bahía de las Águilas, el cual se pretende implementar tan pronto sea aprobado el acuerdo.

Entre los hallazgos más significativos del estudio está que, en la parte del cabo, se encontraron zonas de anidamiento de iguanas rinoceronte y un bosque seco en perfecto estado de conservación con poblaciones de guanito, melón espinoso, cayuco y alpargatas.

Evitando el daño

Ante este hallazgo –dijo Freund- los consultores recomendaron reconsiderar la ubicación de un campo de golf que estaba previsto en el Máster Plan para ser construido en esa zona. “Al conocer esta sugerencia, la Dirección de Alianzas Público Privadas y la Unidad de Gerencia Técnica del Fideicomiso Pro-Pedernales decidieron no construir el campo de golf en ese lugar, para no afectar los ecosistemas”, explicó Freund.

Reiteró que, tanto los ambientalistas como el pueblo de Pedernales pueden estar seguros de que en Cabo Rojo no se hará nada que atente contra el ecosistema.

El estudio de capacidad de carga turística es importante; permite conocer la intensidad del uso de los recursos de la zona por parte de sus huéspedes, residentes, empleados y visitantes.

Cálculos que conducen hacia la correcta decisión

La capacidad de carga turística establece el límite biofísico que un ambiente natural pueda soportar según un desarrollo turístico esperado, sin que sea una amenaza para la integridad de los ecosistemas.

El cálculo se realiza a partir de un proceso complejo e integral donde se toman en consideración una serie de elementos. Entre esos elementos figuran los ecológicos, los físicos, los sociales, económicos, legales y los culturales.

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