En un giro inesperado, la economía de Estados Unidos registró un crecimiento del 2.8% en el segundo trimestre de 2024, que supera las expectativas de los analistas que preveían un aumento del 2.1%.

Este incremento marca una notable recuperación tras el enfriamiento observado a principios de año y destaca la resiliencia del consumo como factor clave en esta expansión económica.

A pesar de los pronósticos pesimistas de figuras como Donald Trump, el gasto personal de los consumidores creció a un ritmo anualizado del 2.3%, significativamente superior respecto al 1.5% del primer trimestre. Este dinamismo del consumo ha llevado a la Reserva Federal (Fed) a considerar la posibilidad de recortar los tipos de interés en los próximos meses, aunque se descarta que esto ocurra en la reunión de la próxima semana. Actualmente, los tipos de interés se encuentran en el 5.25%-5.50%, el nivel más alto en 23 años, como medida para combatir la inflación.

Jerome Powell, presidente del banco central estadounidense, ha indicado que no es necesario alcanzar el objetivo del 2% de inflación antes de comenzar a relajar la política restrictiva. En junio, la inflación se situó en el 2.9%, una disminución respecto al 3.2% de mayo, lo que refleja una tendencia a la baja tras una subida inesperada a principios de año.

Datos de elevado interés

El gasto personal, impulsado por la compra de bienes duraderos como automóviles y mobiliario, ha sido un motor crucial para este crecimiento. Sin embargo, el gasto en servicios mostró un avance más moderado en comparación con el primer trimestre. Además, el gasto público, especialmente en defensa, contribuyó positivamente al PIB, mientras que la inversión inmobiliaria se contrajo debido a los elevados tipos hipotecarios que frenaron las ventas de casas y nuevas construcciones.

Por otro lado, la inversión empresarial mostró el ritmo de crecimiento más rápido en casi un año, liderada por el aumento en bienes de equipo. Un informe separado indicó que los pedidos a fábricas para equipos empresariales, excluidas aeronaves y defensa, aumentaron en junio al máximo desde principios del año pasado, lo cual sugiere que este gasto continuará impulsando el crecimiento en los próximos meses.

Según Neil Dutta, analista de Renaissance Macro Research, los datos actuales refuerzan la idea de que la Fed tiene tiempo a su favor y no necesita precipitarse en su decisión sobre los tipos de interés. “Nos vemos en septiembre”, sintetizó Dutta, indicando que la demanda interna privada ha crecido a un ritmo sólido durante el segundo trimestre. La inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de la energía y los alimentos, se situó en un 2.9%.

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