Punta Cana. En la región Latinoamericana y Caribeña la inflación va a la baja, gracias a políticas monetarias eficientes y los mercados se han mostrado más fuertes y el desempleo ha bajado. ¿Hasta cuándo durará? Se pregunta el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El presidente de la institución, Ian Goldfajn, dijo en la tercera jornada de las Reuniones Anuales del BID y BID Invest en la República Dominicana, que todo dependerá de lo que sea capaz de hacer la región para continuar transitando en positivo.
Desde su punto de vista, hoy por hoy el mundo necesita a América Latina y el Caribe y se pregunta qué puede hacer el BID y cómo puede apoyar para afrontar los desafíos.
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Dejó claro que el organismo está desplegando más acciones, de tal manera que por vía de ellas se llegue más cerca a las poblaciones, a los emprendedores y a las personas que tienen iniciativas que ameriten empuje para crecer. América Latina representa aproximadamente el 8.4 % de la población mundial. Significa que es importante en el mapa mundial.
El presidente del BID abordó el tema en el Foro Empresarial Forjando Prosperidad: Impulsando el Crecimiento Económico América Latina y el Caribe Mediante la Inversión Extranjera Directa y Entornos Económicos Favorables.
Un poco de contexto… Veamos
A raíz de la crisis que generó la pandemia de covid-19, a partir de 2020, los países tomaron medidas monetarias, que eran necesarias. Una de las naciones que lo hizo fue República Dominicana, con resultados positivos, reconocidos por organismos internacionales.
Concretamente, las medidas monetarias, como la reducción de tasas de interés y la implementación de programas de flexibilización cuantitativa, se utilizaron para estimular la economía y contrarrestar el impacto negativo de la pandemia en la actividad económica. Estas acciones buscaron impulsar el gasto y la inversión para reactivar el crecimiento económico.
La pandemia afectó de manera desproporcionada a ciertos sectores económicos, como el turismo (República Dominicana fue de los primeros países en sacudirse del golpe, con una recuperación que varias veces ha felicitado la Organización Mundial del Turismo), la hostelería y el comercio minorista. Las medidas monetarias se implementaron para proporcionar apoyo financiero a estas industrias y a los trabajadores afectados, mitigando así los efectos negativos en el empleo y los ingresos.
Durante períodos de incertidumbre económica, como los que provocó la pandemia, es crucial mantener la estabilidad financiera para evitar crisis sistémicas. Las autoridades monetarias tomaron medidas para garantizar la liquidez en los mercados financieros y prevenir el colapso de instituciones financieras, lo que podría haber exacerbado la recesión económica.
Al reducir las tasas de interés, los bancos centrales buscaron incentivar la inversión empresarial y la innovación, lo que pudo contribuir a la recuperación económica, al impulso de la productividad y el crecimiento potencial.
